La medida se debe a un pedido que desde la fiscalía planean elevar al Cuerpo de Investigadores Fiscales para esclarecer el estado del juego y si se encontraba apto para funcionamiento.
El accidente tuvo lugar el pasado 21 de agosto, en el marco del Día del Niño, donde padres y madres denunciaron que el juego Crazy Boat (basado en un barco que se balancea a gran velocidad sobre unos rieles), había sufrido un desperfecto, lo que ocasionó el accionamiento de los frenos de emergencia.
Según el relato de los implicados, operarios del parque de Juegos Neverland, ubicado en el Alto Noa Shopping, debieron intervenir y frenar de emergencia el juego ante la falla..
Ante la intervención de la Fiscalía en el caso, representantes de la firma que presta el servicio del juego presentaron un apto para funcionamiento.
Mientras tanto, el Cuerpo Especializado de Investigadores (CEI) elevó, recientemente, el informe técnico solicitado por el fiscal, para conocer detalles vinculados al estado del juego, mantenimiento y revisión, que permita precisar el desperfecto que ocasionó el percance en el que resultaron lesionados algunos de los ocasionales ocupantes.
Según surge del informe y, en base a la inspección ocular, se determinó cuál fue el desperfecto de la máquina en funcionamiento, que generó un ruido y derivó en el accionamiento de los frenos y posterior detención por parte de quienes operaban el juego.
Por lo tanto, el CEI sugirió a la fiscalía una serie de medidas a ser solicitadas al Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF).
El Ministerio Público Fiscal recordó que el fiscal Ruiz de los Llanos adoptó las primeras medidas y solicitó la remisión de las historias clínicas de los lesionados que fueron asistidos en el Hospital Público Materno Infantil y un informe técnico mencionado juego.
