Hoy sábado se cumplen cinco años desde que el fiscal federal Alberto Nisman fue hallado sin vida en el baño de su departamento en Puerto Madero.
Su muerte es uno de los misterios más grandes del país por ser una de las causas más politizadas. Hasta la fecha hay quienes sostienen que se trató de un asesinato; otros de un suicidio. Hay cuestionamientos aún respecto a las investigaciones y las pericias.
Como homenaje y en pedido de justicia hoy se realizará en plaza del Vaticano una movilización que espera una concurrencia masiva. A su vez, mañana se realizarán dos ceremonias en el Cementerio La Tablada, donde se encuentran los restos del fiscal.
Nisman llevaba más de una década tratando de resolver el atentado a la mutual judía Amia. En 1994 Argentina vivió su peor ataque terrorista que se cobró la vida de 85 personas. Una semana previa a su deceso, el fiscal argentino denunció penalmente a la entonces presidente Cristina Kirchner, cuyo Gobierno firmó un acuerdo con Irán para realizar una investigación en conjunto.
Nisman sostuvo que el acuerdo escondía un pacto secreto que beneficiaría a los iraníes, dichos que hasta la fecha la ex presidenta desmiente. Fernández ratifica su inocencia mientras sostiene que las acusaciones son parte de una "persecusión política".
Hace menos de un mes, Netflix lanzó la mini serie "El fiscal, la presidenta y el espía", que reanimó el interés por la muerte de Nisman. "Hasta el día de hoy, dudo de que (Nisman) se haya suicidado", expresó Alberto Fernández durante la entrevista para el documental que realizó antes de ser elegido presidente de la Nación, por lo que apuntaron contra su cambio de postura respecto a la muerte del fiscal.
