Una hipótesis que, los que la sostienen, la alientan desde la reunión del Presidente y el gobernador en el despacho presidencial días después de esa victoria provincial. A solas, a los abrazos y sonrientes.
Este miércoles, Macri y Schiaretti, volverán a verse casi mano a mano: se encontrarán para cenar junto a sus mujeres, Juliana Awada y la diputada Alejandra Vigo, una invitación del jefe de Estado que el cordobés aceptó y de la que aún no trascendieron detalles del lugar.
Será en la capital
Antes, el líder del PRO tiene previsto aterrizar por la mañana junto a Pichetto para reunirse con productores en las localidades de Arroyito y San Francisco y apuntalar las candidaturas locales, lideradas por la figura de Mario Negri, cabeza de lista de Diputados.
El segundo distrito con más votos del país es clave para el presidente, que según las encuestas quedaría por debajo de la fórmula del Frente de Todos, el próximo 11 de agosto. De ahí que Macri necesita recuperar al electorado cordobés, que en la segunda vuelta de 2015, volcó más de un millón y medio de votos a cambiemos, por sobre el entonces candidato del Frente Para la Victoria, Daniel Scioli.
No obstante el mandatario cordobés había manifestado oportunamente que: “El peronismo de Córdoba no apoya ningún candidato presidencial, lo que Córdoba necesita son diputados nacionales que defiendan la provincia”, al impulsar la boleta corta de diputados, con el propósito de retener al menos una de las dos bancas que pondrá en juego en esta elección.
Para cumplir ese objetivo tendrá que conseguir cerca de 10% de los votos. Incluso había pedido que en el cuarto oscuro también hubiera boletas cortas para la categoría de presidente, para facilitar las combinaciones sin necesidad de cortes, aunque la Justicia lo rechazó.
Juntos por el Cambio pondrá especial atención el recuento: en caso de boletas superpuestas los fiscales pelearán para que se anule únicamente la categoría repetida de diputados y no la de presidente.