Por el estrado del juicio desfilaron más de diez testigos de la querella, que en su mayoría coincidieron en la brutal violencia del ataque. Saña, "Puntinazos", emboscada, patota, racismo, fueron algunas de los calificativos que usaron para describir el ataque en conjunto.
"Eran todos contra unos pocos. Cuando le pegaban "puntinazos" (puntanos con el pie) Le decían 'negro de mierda, te vamos a matar. Ahora que estás afuera vamos a ver si te la aguantás", dijo Marcos Acevedo, uno de los testigos declarantes. "No me puedo sacar de la cabeza cómo estaban vestidos los acusados", describió.
Sebastián Saldaño, quien en el verano de 2020 trabajó en un kiosco situado a metros del boliche Le Brique, dijo ante el Tribunal que lo que vio fue una aparente intención de que el joven no logre levantarse del piso.
"Vi a una persona que le gritaba cosas con bronca, no recuerdo qué exactamente. Vi que se aseguraron que no se levantara, porque no fue un golpe, fue golpear y golpear", dijo.
Otro de los amigos de Virginia Pérez también remarcó la intensidad con la que el grupo de jóvenes golpeaba a Fernando la noche del 18 de enero de 2020.
"Veo que Fernando cae al piso por golpes. No sé qué tipo de golpe, ni quién lo golpeó. Empezaron con piñas y terminaron con patadas. Eran mínimo dos personas, máximo cuatro, pegándole a Fernando", relató.
Nicolás Sessa es amigo de Virginia Pérez, la joven que le practicó RCP a Fernando Báez Sosa tras la feroz golpiza que terminaría con su vida.
"A Fernando le daban patadas en el piso y al amigo empujones, no lo dejaban llegar a él. Se notaba que era fuerte, que le pegaban con intensidad", relató Sessa al señalar lo que sucedió cuando sus amigos intentaron socorrerlo.
Virginia Pérez, la joven que le realizó las maniobras de RCP a Fernando Báez Sosa, relató que aquella noche "había mucha gente pegándole a una sola persona".
"Nos quedamos en la puerta y vemos que empiezan de la derecha a salir todos los policías corriendo. De repente la calle queda vacía. Por esas casualidades de la vida cuando desaparecen todos los policías, empieza una pelea enfrente. Era mucha gente pegando, no sabía quién era de qué grupo, solo que había mucha gente pegando a una sola persona", relató sobre la noche del crimen.
Posteriormente, señaló que se acercó a la víctima tras la golpiza y detalló que vio a un policía "muy nervioso" tratando de aplicar el procedimiento de reanimación.
"Vi que lo estaba haciendo fuerte y rápido, añadió con respecto a su participación durante el procedimiento de RCP, el cual aprendió a realizar en la Cruz Roja.
"Yo les contaba la fuerza que tenían que hacer y le tenía la cabeza a Fernando", agregó.
"Yo le sostenía la cabeza a Fernando y le decía que por favor se quede conmigo", contó la joven.
Prontuario de los Pertossi
Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, no son los únicos miembros de su familia en tener conflictos con la ley. Los tres jóvenes están presos desde ese año en el penal de Melchor Romero bajo la carátula de "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" y “lesiones leves” por el crimen del estudiante de abogacía.
Pero los Pertossi tienen prontuario delictivo tanto dentro como fuera de Zárate. Antes que el apellido trascendiera, Matías Pertossi, de 24 años, hermano de Lucas; primo de Ciro y Luciano, quedó detenido en 2018 por "robo calificado en grado de tentativa por el uso de arma de fuego" y "lesiones", hecho que se produjo en julio de 2018.
En su momento, cuando Luciano, Ciro y Lucas quedaron presos por el crimen de Fernando, los familiares pidieron que los trasladen al penal donde está Matías para que este los "cuidara". Otros presos que tuvo la familia fue Ramiro Pertossi de 18 años, hermano de Ciro y Luciano, y primo de Lucas y Matías.
