El entrenador de Juventud Antoniana, Horacio Montemurro habló tras el debut de su equipo 0-0 con Crucero del Norte. Dijo que cuando se le abra el arco el Santo dará que hablar y que no quiere irse de Salta en dos meses. Además contó que tuvo que acceder al pedido de la dirigencia para entrenar a puertas cerradas.
"Yo creo que una vez que se abra el arco este equipo va a dar mucho que hablar, así va a ser, yo les dije a los jugadores que no me quiero ir de Salta en dos meses sino festejar a fin de año y para eso tengo que llevarlo a Juventud a lo más alto", expresó Montemurro a Nuevo Diario.
Sobre la relación con sus dirigidos, comentó: "Soy un técnico muy abierto que le pido a los del banco primero que estén bien preparados y sí ellos en algún momento ven algo que no viendo, me lo tienen que decir. Escucho todo lo que me dicen".
"Jamás voy a faltarle el respeto a un jugador o a un contrario. Cuando me tengo que enojar que no es enojar sino ponerme serio como en el entretiempo lo hago", sostuvo el DT antoniano.
Asimismo, analizó el rendimiento de su equipo. "Es nuestro tercer partido completo, 35 días de entrenamiento y en el banco de suplentes tenía jugadores con algunas molestias físicas como -Brian- Cucco que estaba en un 60, 70%".
Creo que estuvimos a la altura, sobre todo en el segundo tiempo y solo faltó el gol, que quedara una pelota, la que se va del Demonio -Vargas- por arriba o afuera la de Vicedo".
Por último, se refirió al blindaje de los entrenamientos hace más de dos semanas. "Hago puertas cerradas porque se está rearmando todo, se está rearmando el club y entonces es difícil abrir un club de cero en 30 días y tenés que participar de un campeonato tan duro como este".
Y amplió: "La gente del club, los dirigentes están todos encolumnados en esto, nosotros somos empleados de ellos, entonces son órdenes a veces y uno las tiene que aceptar y así vamos trabajando humildemente sin salir en ningún lado ni discutiendo con nadie estamos trabajando mucho para que Juventud esté peleando los primeros lugares".
