Los delincuentes fueron condenados en un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala I del Tribunal de Juicio. La causa investigaba el ataque producido en marzo de este contra el hogar del presidente de Juventud Antoniana.
El juez Martín Fernando Pérez le impuso a Gustavo Gabriel Puntano la pena de un año y seis meses de prisión condicional como autor de los delitos de amenazas agravadas por el uso de armas, daños y portación ilegítima de arma de fuego, en concurso real. En tanto que Javier Gonzalo Pérez fue condenado también a un año y seis meses de prisión en suspenso por amenazas agravadas por el uso de armas y daños, en concurso real.
Pese al impacto que tuvo en la agenda pública el ataque mafioso que sufrió la casa del dirigente deportivo, Javier Russo, ambos sujetos permanecerán en libertad debido a la modalidad de la pena dictada.
Para conservar la prisión condicional, ambos deberán cumplir durante dos años las reglas de conducta que les enumeró el juez, entre las que se encuentran prohibiciones de acercamiento a Russo y su entorno familiar.
Entre las medidas figuran el abstenerse de consumir sustancias estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; prohibición de ejercer actos de violencia contra el damnificado y su grupo familiar; prohibición de acercarse a ellos, a sus domicilios, lugares de trabajo o de concurrencia habitual en un radio de 300 metros; abstenerse de establecer contacto con los damnificados; realizar tratamiento psicológico por su agresividad previo diagnóstico de un profesional sobre su necesidad, modalidad y eficacia, y presentar las constancias correspondientes; realizar tratamiento por sus adicciones en caso que un profesional determine su necesidad y acreditar el inicio en un plazo de veinte días, entre otras obligaciones.
El 31 de marzo pasado, alrededor de las 1.10 de la madrugada, los dos imputados atacaron la casa del presidente del club Juventud Antoniana, ubicado en la calle San Luis al 1300.
El damnificado llamó al Sistema de Emergencia 911 para comunicar que había escuchado el sonido de disparos frente a su domicilio. Al salir, pudo percibir el olor a pólvora y advirtió roturas en los dos vehículos de la familia.
En las cámaras de seguridad ubicadas en el lugar quedó registrado el accionar de los dos individuos, que además de efectuar disparos contra la propiedad lanzaron piedras sobre la camioneta del denunciante y el auto de su hija.
