Desde hace semanas, el fuego viene provocando daños gravísimos en el país (28 personas muertas, incontable cifra de animales fallecidos y millones de hectáreas quemadas). Las partículas de aire alcanzan el nivel más alto en la escala de contaminación y los rascacielos se pierden en el humo. Las redes sociales emiten alertas de salud, se recomienda que nadie esté al aire libre y que se proteja a las mascotas.
En Melbourne Park, el escenario del Abierto de Australia, primer grande de la temporada de tenis, la alarma está encendida. Se atrasan los partidos de la clasificación, pero no se los cancela. Los jugadores compiten, como pueden. Les arden los ojos, les pican las gargantas y en el court 3, la eslovena Dalila Jakupovic (180ª de la WTA; 28 años) fue la primera víctima del aire tóxico del torneo, cuando debió ser ayudada para dejar el campo de juego ante la suiza Stefanie Voegele (117ª; 29).
Predicen que la mala calidad del aire se mantendrá durante días. El lunes se pondrá en marcha el torneo, siempre y cuando la situación no empeore. Se verá.
ABIERTO DE AUSTRALIA 2020
A pesar del humo, ¿se juega en Melbourne?
Melbourne, bellísima ciudad australiana, amanece teñida por una bruma espesa. No es el cielo plomizo con lluvia londinense. Lo que tiñe el paisaje es el humo de los imbatibles incendios forestales.
16 ene 2020