Joan, quien desde que en septiembre de 1973 se encontrara el cuerpo mutilado de su esposo dedicó su vida en la búsqueda de justicia, falleció apenas dos semanas antes de que Estados Unidos extradite a Chile al teniente en retiro del Ejército chileno Pedro Barrientos, condenado en el país norteamericano como autor material del crimen y tortura del cantautor y del director de prisiones del gobierno de Salvador Allende, Littré Quiroga.
La noticia de la muerte fue confirmada por la Fundación Víctor Jara, a través de sus redes sociales: “Lamentamos informar que nuestra querida y amada Joan Jara a sus 96 años falleció hoy 12 de noviembre a las 17:30 horas. Estaremos informando sobre sus exequias prontamente”.
Jara, de nacionalidad inglesa, fue reconocida por la Academia Chilena de Bellas Artes por su aporte a lo largo de su trayectoria en el desarrollo de la danza, y en 2021 fue condecorada con el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile.
Tras la muerte de Víctor, Joan partió al exilio al Reino Unido junto a sus dos hijas y regresó a Chile a mediados de los años 80. A su regreso, fundó, junto a su expareja Patricio Bunster, el Centro de Danza Espiral, clave en la formación de varias generaciones de bailarines y coreógrafos, para formar monitores de danza de barrios populares.
Asimismo, en 1993, creó la Fundación Víctor Jara, con el propósito de difundir y promover el legado del artista.
Entre sus principales obras, fundó el Ballet Popular junto a un grupo de bailarines profesionales del Ballet Nacional Chileno, apuntando a la divulgación y propagación de la danza en poblaciones rurales del país. A la vez, creó en la Universidad de Chile la carrera de Profesores de Danza Infantil, y en 1986 fundó el Grupo de Danza de la Universidad de Concepción.
El asesinato de Víctor Jara
El 16 de septiembre de 1973, hace 50 años, el cantautor chileno Víctor Jara fue asesinado por las Fuerzas Armadas de la dictadura militar establecida tras el golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular chilena de Salvador Allende que había triunfado días antes.
Jara, uno de los referentes de la llamada Nueva canción chilena, estaba a punto de cumplir 41 años y había sido detenido días antes y convertido en prisionero de guerra junto a miles de estudiantes, profesores, obreros e intelectuales en el Estadio Nacional de Chile, donde sufrió torturas a manos de los militares encabezados por el general Augusto Pinochet. Finalmente fue ejecutado y su cuerpo fue hallado poco después con más de 40 impactos de bala.
Los golpistas acabaron con la vida de Víctor Jara pero no con su memoria, ya que el cantautor se convirtió, tras su muerte, en un símbolo de la resistencia contra la dictadura de Pinochet.
En 2018, la justicia chilena condenó a nueve oficiales de las Fuerzas Armadas a penas de hasta 25 años por el asesinato de Víctor Jara, sentencia que fue ratificada hace unas semanas por la Corte Suprema de Chile, aunque ya solo viven seis de los autores.
