Mañana será en un día emblemático para el pintor Américo Gauna por distintos motivos. El 10 de noviembre es el Día de la Tradición, el mismo día en el que en el Gobierno de Roberto Ulloa le secuestró sus cuadros por adherirse a una protesta, y también será un día triste por el fallecimiento de su madre.
Este viernes 10 de noviembre con sus tristezas y alegrías, es en definitiva el día elegido para un homenaje artístico en vida con la apertura de la muestra colectiva de artistas visuales salteños que se reunieron para expresar mediante el arte el importante legado conceptual de colega que se convirtió en un referente de la pintura latinoamericana a través de varias décadas de producción en la temática.
Este año el artista plástico Andrés Américo Gauna cumple 50 años de trabajo y existencia con el arte. En el marco también de los 40 años de democracia, pintores dibujantes escultores, fotógrafos locales decidieron exponer sus obras al público en homenaje a esa extensa trayectoria.
En la muestra que se abrirá a las 19 horas, mañana viernes en la Biblioteca Juan Carlos Dávalos de calle 10 de octubre 551, se verán obras de Guillermo Puchi, Alberto Elicetche, Santiago Rodríguez, Josefa Plazo, Rosa Gallardo, Isidoro Zang, Alejandro Ahuerma, El “Tata” Portal, entre otros
En los trabajos de Gauna se destacan los colores de Latinoamérica, su trayectoria está cargada de historias; sus obras resumen de siglos de sentimiento de injusticia, opresión de los pueblos, sobre todo originarios.
Un artista subversivo
Una de las historias más increíbles que vale la pena recordar sobre el secuestro de sus cuadros, ocurrió precisamente un 10 de noviembre durante una de las épocas oscuras de la Argentina por lo que fue calificado de artista subversivo.
Según contó Américo Gauna a Nuevo Diario, en el año 1992 le secuestraron los cuadros cuando exponía en adhesión al reclamo de tierra de los aborígenes. En aquella ocasión la luchadora Octorina Zamora, hoy fallecida, efectuaba un reclamo en la Catedral.
“Un 10 noviembre de ese año hubo un desalojo. Detuvieron a los aborígenes y a todos los que estuvieron ahí. Seguro que si yo estaba también me detenían, pero si detuvieron o secuestraron mis cuadros”, relató el artista.
“Tengo un recuerdo muy triste de ese día. No estaba en ahí, sino en mi casa porque tenía mi madre muy enferma. Ella justo se muere ese mismo día. Fue entonces cuando yo me entero en el velorio que me habían secuestrado los cuadros”, rememora.
Ese insólito episodio devino con una orden de secuestro de sus cuadros durante el Gobierno de Roberto Augusto Ulloa y fue ejecutada por el entonces ministro de Gobierno Alfredo Puig.
Como no lo encontraron en el lugar de la exposición se llevaron sus cuadros y estuvieron un año presos o secuestrados en la seccional primera de policía. Incluso le destruyeron dos de sus obras de esa colección.
