Ramón Abel Pereyra asumió, el pasado viernes y en su recorrida pondrá en funciones a los nuevos jefes y subjefes de cada destacamento, movimientos que se presentan, cada vez que hay cambio de autoridades.
En diálogo con Nuevo Diario el Comandante Pereyra adelantó que “además de poner en funciones a los nuevos jefes y subjefes, elaboraré un diagnóstico de cómo fue mutando el delito en esas zonas, y luego proyectar la forma de enfrentarlo”.
Esto en el conocimiento que los años en que se desempeñó en las zonas fronterizas le fueron dejando de aprendizaje.
El jefe de la Agrupación Salta, se desempeñó en el Escuadrón 52 de Tartagal, en la Unidad Especial de Lucha contra el Narcotráfico en Salta, Unidad de Inteligencia Criminal de Jujuy, también en Paso de Los Libres, en la Unidad Especial de Inteligencia de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales Orán, entre otros destinos principales que tuvo.
En relación a cómo van cambiando los delincuentes en la forma de delinquir señaló que “durante esta semana obtendré los datos para elaborar un diagnóstico de como evolucionaron los delitos en estos tiempos, y poder proyectar los objetivos”, sostuvo.
De la VII Agrupación Salta de Gendarmería dependen dentro de la jurisdicción, Salvador Mazza, Aguas Blancas, Orán, el destacamento 45 El Naranjo (Las Lajitas), Tartagal y San Antonio de los Cobres.
Tienen bajo su órbita los delitos federales, narcotráfico, trata de personas, contrabandos, etc, mientras que la frontera que solo con el vecino país de Bolivia se comparten son algo más de 800 kilómetros, dentro de los cuales existen muchos pasos clandestinos que son utilizados por los delincuentes para cometer los ilícitos.
Todo esto con el agravante que muchas casas tienen su frente en Argentina y los patios traseros en Bolivia.
Hoy existe aún más una cantidad de delitos que van más allá de las fronteras y que por medio de internet y las redes sociales superan cualquier escollo geográfico.
Con ese conocimiento el jefe de la agrupación elaborará un diagnóstico de esa mutación, que ocurre de forma constante, para luego adoptar estrategias que permitan a la fuerza un ataque contra los delitos que en la frontera además son la base de otros crímenes y robos que se llevan adelante.
