Hasta ahora mantienen mesas de diálogos con funcionarios de Tierras y Bienes de la Provincia. A través de esta área, que lidera Fernando Martinis, se negocia un nuevo crédito de $125.000 con una tasa del 12% a devolverse entre 6 y 12 meses.
Daniela Castro, una de las vecinas de la urbanización señaló a Nuevo Diario que el crédito es un paliativo que no les alcanzará para terminar las construcciones. “De todas formas continuamos pidiendo el resarcimiento porque hemos sido bastante perjudicados por no recibir los lotes en los plazos establecidos y eso hizo que el dinero que nos prestaba el banco para construir las casas no nos alcanzara por la inflación y suba de mano de obra”, afirmó.
Señaló que iniciar las obras de las casas se tornó dificultoso porque aún el Gobierno provincial no concluyó la apertura y enripiado de calles y pasajes para poder acceder a los lotes ni las obras adicionales. Remarcó que desde la semana pasada ya cuentan con agua y luz.
Ahora les prometen para marzo
“Nos dijeron que para marzo del año que viene podremos tener todo, pero yo creo que se va a alargar. Nosotros pagamos aparte del terreno las mejoras que incluye pavimento, cordón cuneta que aún no están y los camiones ni los albañiles pueden ingresar porque es intransitable, se empantanan y hay que dejar las obras de lado. Mientras tanto tenemos que pagar igual todo”, relató Castro.
Sobre el crédito, señaló que no puede pagarlo porque ya debe pagar el crédito del Hipotecario y entre los dos, las cuotas se me van a 9 mil pesos. “Con qué vivo, si lo pago. Soy madre soltera y no tengo otros ingresos”, afirmó.
Señaló que el Gobierno está tratando “de mejorar esta oferta. “Un nuevo crédito significa que yo voy a seguir pagando y no es el resarcimiento que estamos pidiendo. Deberían pagarnos lo que nos hicieron perder por las demoras de las obras, que es el 40% del valor del crédito que nos otorgó el banco”.
575 familias perjudicadas
Precisó que son 575 las familias perjudicadas por el incumplimiento provincial y que a principio de año cancelaron las obras de infraestructura adicionales, como vereda perimetral, cordón cuneta y pavimento. “Si hubieran cumplido con los plazos de entrega establecidos, ya estaríamos viviendo en nuestras casas.
A eso hay que sumarle el comienzo del período de lluvia, que complica las obras de urbanización y hace inviable el inicio de nuestras construcciones, por lo cual nuestro crédito se seguirá desvalorizando”, finalizó.