Lo cierto es que por estos días, ese diálogo se encuentra sumido en la oscuridad literal ante la falta de luminarias en la plaza central, pese a los onerosos gastos que llevó su remodelación.
Es así como Nuevo Diario, en su recorrida diaria durante los horarios centrales del rezo de la novena, se encontró con cientos de salteños indignados por la oscuridad reinante en la zona. No sólo por la imposibilidad de acceder a la lectura de los rezos de cada día, que de por sí representa una falta de respeto a los feligreses, sino también por la situación de inseguridad a la que innecesariamente terminan expuestos, atento a que la oscuridad resulta siempre atractiva a los amigos de lo ajeno, sobre todo en fechas que convocan a gran cantidad de personas.
Lo llamativo es que estas quejas van en coincidencia con las expresiones realizadas recientemente por los concejales capitalinos, sobre “los cambios que no se advierten” para una obra que se extendió durante meses, con un valor inicial millonario, y que puntualmente para obras eléctricas demandó un presupuesto de $41.755.471,07, presupuesto complementario al monto ya millonario que en total ronda los 300 millones de pesos que, en definitiva, no arrojan ningún tipo de beneficio para los salteños y salteñas.
Cabe recordar además que, recientemente, el electo intendente Emiliano Durand manifestó duras críticas por los gastos de esta remodelación y dejó un claro mensaje para las autoridades encargadas de controlar los gastos públicos: "espero que quienes tienen la responsabilidad actualmente de controlar cuánto se gastó y cómo se gastó, lo hagan".
