Se trata de una fecha móvil, al igual que la Pascua, y tradicionalmente recibía el nombre de “miércoles al inicio del ayuno” (in capite ieiunii). La ceniza es parte esencial de esta celebración: la misma se obtiene de la quema de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior.
Este ritual también se halla unido a la idea de la penitencia, que ya se expresaba entre los hebreos cubriéndose la cabeza de ceniza y vistiéndose de aquel áspero paño llamado cilicio.
Ya en tiempos del catolicismo, los penitentes se presentaban a los presbíteros, hacían la confesión de sus culpas y, si era del caso, recibían un vestido de cilicio impregnado de ceniza, quedando excluidos de la Iglesia, con la prescripción de retirarse a alguna abadía para cumplir la penitencia impuesta en aquella Cuaresma.
En otras partes, los penitentes públicos cumplían su pena privadamente. Era general la costumbre de comenzar la Cuaresma con la confesión, no sólo para purificar el alma, sino también para recibir más frecuentemente la Sagrada Comunión. La confesión de los propios pecados estaba siempre orientada a tener “comunión con el altar”.
Misas en la Catedral
Para dar inicio al tiempo de la Cuaresma, mañana se realizarán misas en las distintas iglesias de Salta.
Si bien no se encuentran estipulados los horarios de todos los templos, tanto en la Catedral Basílica, como en la Parroquia San Alfonso, la celebración litúrgica con imposición de cenizas se realizará a las 8.30 y 19.30.
De esta manera, se da inicio a lo que desde el catolicismo se considera como un tiempo de reflexión y recogimiento, que culmina con la Semana Santa y la celebración de Pascua de Resurrección.