El contingente tiene previsto un abrazo simbólico en la capital de Salta, y posteriormente una conferencia de prensa.
Lejos de la tradicional peregrinación que convoca a las comunidades de la puna salteña, cada septiembre a lo largo de 165 kilómetros, esta vez la marcha arrastra una histórica demanda relacionada con el vital líquido en la zona, y que desde hace años presenta comprobados niveles de contaminación.
Tras una protesta realizada hace 10 días, que fue despejada violenta de Infantería de la provincia; los habitantes decidieron en asamblea que “ese sería el límite” y resolvieron empreder una caminata hacia la ciudad de Salta, “para visibilizar que no estamos locos, y tenemos derecho a un servicio de calidad del agua”, señaló a Nuevo Diario la referente de la Comunidad de Coyas del Desierto, Reina Fernil.
En la tarde de ayer llegaron a Campo Quijano, donde hicieron noche, para partir en la madrugada de hoy y llegar finalmente a las 10, a Plaza 9 de Julio, en donde realizarán un abrazo simbólico al lugar, y luego expondrán su situación ante la prensa local, según detalló la mujer.
Fernil destacó el acompañamiento de los habitantes de la Quebrada del Toro, en el transcurso de la caminata, “que se acercó a apoyarnos en el reclamo, pero también compartió situaciones similares, y algunos de ellos se sumaron a la marcha”.
“Vamos a mostrar imágenes del río del cual estamos tomando agua (San Antonio), para que todos sepan que no es una locura lo que pedimos”, sostuvo Fernil y agregó “Aguas del Norte nos dice que lleva invertidos en las mejoras, cerca de $28 millones, pero no vemos dónde están”.
Además repudiarán por el violento despeje de la policía de la provincia, del 10 de enero, cuando más de 30 manifestantes fueron llevados a la Comisaría de San Antonio, tras una protesta pacífica en la ruta.