La salida de Pablo Outes del gobierno provincial tras las elecciones nacionales de octubre, obligó al ejecutivo a realizar cambios dentro de su organigrama. Outes conducía una de las dos coordinaciones encargadas de organizar la totalidad del gobierno. Hucena por su parte secundaba al funcionario del riñón del gobernador Gustavo Sáenz.
Con la llegada de Outes al Congreso de la Nación, Hucena migró para acompañarlo como parte de su equipo de asesores.
La salida del secretario general del Partido Justicialista permitió la llegada de la ex concejal a una dependencia donde se prevé tendrá mayor libertad de acción.
El nuevo rol
Fonseca sostuvo que en este nuevo cargo asumirá el dialogo del ejecutivo con las cámaras legislativas y los municipios, a fin de que las políticas de estado lleguen a sus destinatarios.
“Va a haber un trabajo permanente, muy activo con las cámaras legislativas, con los municipios del interior y de la capital, un trabajo intenso con las organizaciones de la sociedad civil para que en este momento crítico por los anuncios nacionales que tienen que ver en general con recortes”, sostuvo.
La salida de Seguridad
Fonseca viene de ejercer como secretaria de Seguridad, donde mantuvo cortocircuitos con el titular de la cartera, Marcelo Domínguez, quien le quitó a la dirigente peronista la relación directa con la Policía de Salta, pasando esta fuerza de seguridad a depender exclusivamente del ministro.
Justamente, la funcionaria provincial calificó su paso por la cartera de Domínguez como marcada por la dificultad en llevar adelante sus funciones.
En relación a la decisión de Domínguez de quitarle su titularidad sobre las fuerzas policiales, Fonseca sostuvo: “Esa fue una decisión ministerial en el sentido de quitarle la competencia a la Secretaría de Seguridad de la Policía. Yo creo que no se puede hacer seguridad si no se puede articular y coordinar con la Policía de la Provincia, de manera que, bueno, ese ha sido uno de los motivos también de esa dificultad”.
