Tal es el caso del municipio de Orán, cuya transición de gobierno a estas alturas resulta escandalosa, a partir de la denuncia del electo intendente Baltasar Lara Gross de un faltante de 1.000 millones de pesos.
En diálogo con medios locales, el flamante intendente oranense precisó que ese monto incluye la deuda con proveedores de bienes y servicios, con la Dirección de Rentas y con instituciones financieras.
Lara Gross recordó que desde su triunfo en las elecciones del mes de mayo, su equipo de trabajo se encuentra recorriendo las distintas áreas de la comuna: “vinimos haciendo un seguimiento de las distintas decisiones y situaciones, tanto financiera como en relación a los bienes del municipio, como el parque automotor”. De ese seguimiento, el resultado arrojado es preocupante, indicó.
“Hay una situación financiera con niveles de deuda muy altos”, dijo y agregó: “tener deudas no es malo, el problema es cuando uno asume obligaciones y después por distintas cuestiones no podés cumplir con las mismas”.
Baltasar Lara Gross explayó que en algunos casos, las deudas a proveedores pertenecen al mes de abril, y que existen girados cheques para ser cobrados en febrero. “Es una deuda que asciende a más de mil millones de pesos, reconocido por la propia administración municipal. Ese nivel de deuda para el monto que percibe el municipio como coparticipación e ingresos propios, es muy alto”, remarcó.
“Hoy la coparticipación no alcanza para pagar los sueldos y queda un saldo mínimo para el funcionamiento, y eso se ve reflejado en la falta de prestación de servicios básicos que vivimos los oranenses”.
Por último, el intendente electo proyectó durante los primeros meses de gestión, la necesidad de cuidar al máximo los gastos a futuro, teniendo en cuenta la serie de recortes expuestos por el presidente Javier Milei.
“Amoldarse para ser sustentables”
El electo jefe comunal oranense Baltasar Lara Gross aseguró que desde su gestión buscarán adoptar cautela, ante la fragilidad de los números nacionales, provinciales y municipales, y en ese sentido expuso las intenciones de su gestión de “amoldarse para ser sustentables”.
Consultado también por la planta municipal con la que cuenta la comuna, el intendente Lara Gross denunció que hasta el momento desconoce el número definitivo de empleados, atento a que desde la gestión de Pablo González no se le brindaron los números, y los acusó de “poco transparentes”. No obstante, serían aproximadamente 2.600 empleados municipales, de los cuales existen muchas advertencias de personal que ni siquiera asiste a trabajar, en tanto que existe otro grupo de trabajadores, que tampoco asiste, pero por no contar con materiales para desempeñar sus funciones.
