Son más de 70 mil los focos de incendio siendo un 52,5% en la región amazónica. Otro 30,1% se detectó en el Cerrado, la sabana brasileña que rodea la Amazonia, y el 10,9% en el Bosque Atlántico, la región boscosa que bordea la mayor parte del litoral de la República Federativa de Brasil.
Mientras el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, culpa a ambientalistas de provocar los incendios forestales en la Amazonia, líderes del mundo salieron a manifestar su preocupación y la poca voluntad de Bolsonaro de evitar la propagación del fuego.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró “profundamente preocupado” por los incendios que afectan estos días a la zona del Amazonas y recordó que esta área selvática es “una gran fuente de oxígeno y biodiversidad” para todo el mundo.
Bolivia, Paraguay y sobre todo Brasil alertaron de un aumento de los incendios forestales en la selva amazónica, una zona que, según Guterres, “debe ser protegida”, especialmente “en mitad de una crisis climática global” como la actual, según un mensaje publicado en Twitter.
Según datos del Instituto de Investigación Espacial de Brasil (INPE), en lo que va del año los incendios aumentaron un 83% respecto al mismo período de 2018, con el Amazonas como principal foco de preocupación.
Tema del G7
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, describió como una “crisis internacional” el aumento de los incendios en la selva amazónica y anunció que los líderes del G7 discutirán el tema en la cumbre prevista para este fin de semana en Biarritz.
“La Amazonia arde, se trata del pulmón del planeta que produce el 20 por ciento del oxígeno y está en llamas”, advirtió Macron, en un mensaje de Twitter en el que ha invitado a los líderes del G7 a “hablar de esta urgencia”.
El ministro de Exteriores galo, Jean-Yves Le Drian, también expresó su preocupación en un comunicado en el que ha recordado el “papel determinante” que desempeñan los bosques tropicales en la lucha contra el cambio climático, de la que Francia es una de sus abanderadas.
En este sentido, advirtió que los fuegos que afectan principalmente a Brasil tienen una magnitud “inédita” y apuntó que estos incendios se han visto acentuados “por la deforestación y la conversión de zonas forestales en tierras agrícolas”.
En la región, el presidente colombiano, Iván Duque, sostuvo que se trata de una tragedia que debe llamar la atención de todos.
Los obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) urgieron a los Gobiernos de Brasil y Bolivia, así como a la comunidad internacional, a tomar medidas.
Hubo protestas en diversas capitales del mundo contra Bolsonaro y su desidia para frenar el avance del fuego.
