Las hermanas Díaz están imputadas por el delito de administración fraudulenta de bienes o intereses ajenos, en grado de coautoras. Rosa Fabiola Díaz y Alejandra Paola Díaz están acusadas de haberse quedado con donaciones para comunidades y habrían vendido parte de ellas. Para el fiscal hay suficientes elementos de convicción para afirmar con el grado de probabilidad que ambas acusadas cometieron los hechos que se les atribuyen. Las actuaciones se iniciaron a partir de la denuncia radicada por Sandra Díaz el 4 de febrero pasado y de la ampliación que realizó al día siguiente, de donde surgió que sus hermanas Rosa Díaz, ex defensora oficial y Paola Díaz, concejal, tenían guardadas en el inmueble que era de su madre, Zulema Hurtado, diversos bienes que habían sido donados el año anterior por la Fundación Nobles, de la provincia de Santa Fe.
Tanto la colecta de los bienes como su traslado a la ciudad de Tartagal, estuvieron a cargo de los responsables de la Fundación, que a su vez contactaron al grupo denominado “Corazones Solidarios” que integraban las hermanas Díaz, para que colaborara con la logística de entrega de tales bienes a sus destinatarios, que eran los integrantes de comunidades originarias de la zona.
La denunciante sostuvo que algunos de los bienes donados fueron vendidos, y que Rosa Díaz le anticipó que “la mercadería que estaba guardada era para cuando Paola se postule para diputada”. Durante el allanamiento del inmueble en cuestión, se hallaron numerosos bienes, los que fueron detallados en las actas respectivas, siendo imputados por estos hechos el 8 de febrero pasado. En consecuencia, los datos colectados (informes policiales y fotográficos, actas de procedimientos y de inventarios, de secuestros del allanamiento, registros domiciliarios, notas manuscritas por diversos caciques de comunidades y numerosas declaraciones testimoniales), indican que hubo una parte de las donaciones recibidas que no fueron entregadas nunca a sus destinatarios -las comunidades-, y que esos bienes fueron dejados en el inmueble de la familia de las imputadas un año antes de su secuestro, producido por orden judicial. De las testimoniales, también surgió que parte de esos bienes fueron vendidos y otra parte continuaba guardada y que tenían por finalidad ser entregados en una eventual campaña electoral de Paola Díaz. Surgió también de la investigación que las acusadas actuaban de manera conjunta en decisiones adoptadas respecto de los bienes donados. Y que ambas, no solamente no desconocían que su madre vendía las prendas y calzados que fueron donados, sino que, además, percibían el dinero producto de esas ventas.