El curso está integrado por 65 profesionales informáticos, licenciados en seguridad, abogados, comunicadores sociales, licenciados en criminalística y criminología, trabajadores sociales, psicólogos, contadores y licenciados en administración de empresas, que se forman para integrar el Cuerpo Especializado de Investigadores, que será conformado solo por 35.
Este miércoles comenzó la formación de los futuros integrantes del Cuerpo Especializado de Investigadores del Ministerio Público Fiscal. De más de 1200 postulantes, quedaron 65, de los cuales ingresarán 35 investigadores al CEI, después del cursado que se extenderá durante once meses.
Cornejo en las palabras de bienvenida les recordó la responsabilidad y desafío de convertirse en los futuros investigadores que tendrá la provincia, porque cuando se trata de investigaciones criminales, “ustedes, antes que cualquiera, son quienes tendrán que buscar la verdad y la transparencia y llevar convicción en la ciudadanía, cuando existe un reclamo generalizado de justicia”, señaló.
Y les advirtió que “no es fácil ni grata la tarea de un investigador, porque se debe renunciar a los personalismos, aportar para trabajar firmemente en equipo, renunciar a ciertos narcisismos y la egolatría, y volverse seres anónimos en pos del logro de una investigación”.
También los invitó a tener como norte la vocación de hallar la verdad y felicitó a los seleccionados, porque el proceso fue muy exhaustivo. Entonces, pidió que los investigadores “no busquen atajos, y en cambio tengan un apego absoluto a la Constitución, las leyes y la primera fidelidad que debe tener un investigador, que es a la verdad”.
Cornejo aseguró que el CEI no es la Policía Judicial, “sino su superación; es la pata que faltaba para completar todas las áreas de la investigación” y aseguró que “todos queremos vivir en una sociedad mejor, más civilizada, menos hipócrita; y con derechos reales y víctimas que encuentren respuesta ante la comisión de delitos”.
También admitió que en Salta, develar todos los delitos, “es una asignatura pendiente, que lejos de enojarnos, debe preocuparnos para salir adelante”.
Y graficó: “Las democracias más justas, son las que buscan tener menores índices de criminalidad y mayores niveles de inclusión; las que apuestan a la educación y a que el Estado sea fuerte en base a la justicia y la legalidad”.