Carrió había sugerido que Bullrich hacía un doble juego: por un lado, tomaba distancia públicamente de Sergio Massa, nuevo ministro de Economía, y por el otro, tenía como armadores políticos en el territorio bonaerense a Emilio Monzó y Gerardo Milman, a quienes vinculó con el tigrense.
En cambio, Carrió defendió a Horacio Rodríguez Larreta. Dijo que, si bien el jefe de gobierno porteño es amigo de Massa, ella estaba segura de que no tenía "negocios" con el ex titular de la Cámara de Diputados. Esa "pirueta" de Carrió, como la definieron en el ala dura de Pro, terminó de indignar a Bullrich. La ex ministra, según relataron fuentes cercanas, se sintió dolida por el ataque de Carrió. "Ella acomoda sus mentiras a sus intereses políticos", despotricaron en la cúpula de Pro. Especulan con que la líder de la CC lanzó una feroz ofensiva contra sus socios -también apuntó contra Gerardo Morales, Facundo Manes, Cristian Ritondo, Rogelio Frigerio y Margarita Stolbizer- y protegió a Larreta para que su fuerza no pierda lugares en las listas del año próximo. "Carrió trata de salvar a Larreta haciendo esta pirueta para justificar el aparato que le den. Es una mentira política y una manipulación", bramaron cerca de Bullrich.
Allegados a la ex ministra consideran que Carrió "derrocha capital simbólico" al atacar a sus socios.
En un hilo de tuits, Bullrich acusó a Carrió de hacer un "espectáculo degradante", al golpear a dirigentes de Juntos por el Cambio objetando sus conductas éticas. "Y esto sin mirar la propia y la de sus aliados. Basta, Carrió", remató. Su mensaje, que publicó minutos después de la medianoche, provocó una catarata de reacciones.
Macri, en tanto, tomó distancia de la embestida de Carrió contra dirigentes de la fuerza opositora. Allegados al ex presidente aseguran que, si bien habló ayer con la referente de la CC y coincidió en bloquear cualquier acercamiento a Massa, el fundador de Pro "no validó las descalificaciones" de Carrió a otros miembros del espacio, como Ritondo, Frigerio o Bullrich.
Consenso fiscal
El Senado de la Nación aprobó este miércoles y giró a la Cámara de Diputados, el Consenso Fiscal que el Poder Ejecutivo Nacional firmó con 21 gobernadores del oficialismo y la oposición, en diciembre del año pasado, y cuyo objetivo es buscar acuerdos en torno a políticas tributarias, así como lograr equilibrios en el control de la evasión impositiva en todo el país.
La iniciativa obtuvo 45 votos a favor, 17 en contra y una abstención, manifestada por el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo, cuya provincia sí firmó el pacto.
El acuerdo recibió el apoyo unánime del interbloque del Frente de Todos y de sus aliados, en tanto que la principal bancada de la oposición votó de manera dividida.