"Hace un par de años, el río Bermejo tuvo una creciente muy grande y causó muchos estragos, pues los pobladores no cuentan con sistemas de monitoreo de pluviómetros e hidrómetros, entonces nadie supo de la lluvia y cuando llegó no se pudo hacer nada.
Este año volvió a ocurrir algo parecido (pero con menos impacto) con la crecida de la Cañada del Chancho: se inundaron parajes criollos y comunidades wichi", señaló Luis María de la Cruz especialista en GIS y técnico de campo del proyecto Gran Chaco PROADAPT, al sostener que esta situación estaría por cambiar gracias a la disposición de las más de 160 estaciones meteorológicas que integran redes y estaciones independientes de la región para otorgar disponibilidad de información a todo interesado.
Por ahora la falta o exceso de agua es la realidad que año a año viven las poblaciones rivereñas a los ríos Pilcomayo y Bermejo en la región del Gran Chaco Americano que comparten Bolivia, Argentina y Paraguay.
Ante ello, desde octubre del 2016 técnicos y especialistas trabajan en una plataforma que aglutina un inventario de las estaciones meteorológicas existentes en toda la región. Se indicó que esta es una herramienta de previsión, pronósticos, recomendaciones, conocimientos y alertas tempranas que mejoren la toma de decisiones de los habitantes de la zona.
El trabajo se desarrolla en el marco de la Iniciativa Gran Chaco Proadapt en su componente de Gestión Inteligente de la Variabilidad Climática y tiene como objetivo contribuir en la capacidad adaptativa y a una mayor resiliencia de los pequeños productores y grupos sociales más vulnerables del Gran Chaco Americano frente a impactos derivados del cambio climático y la variabilidad climática.
La iniciativa involucra muchas otras acciones, pero aún se espera la adhesión de municipios que quedan más complicados con estas situaciones climáticas.