A esto, ayer miércoles, se le sumó un nuevo capítulo: la designación de Inés Liendo, reconocida figura del PRO, como interventora. Esta decisión ha despertado una serie de interrogantes sobre el futuro de los trabajadores y trabajadoras de la institución, quienes se encuentran a la espera de definiciones claras respecto a su situación laboral en un contexto de masivos despidos de los trabajadores del Estado.Claudia Parpagnoli, técnica de Agricultura Familiar y delegada de ATE de este organismo, expresó su preocupación a Nuevo Diario: "Siguen sin llegar telegramas ni comunicaciones fehacientes, nos dan de baja a los usuarios en los medios electrónicos con los que trabajamos, el GDE, que es la gestión documental electrónica, o las plataformas a las que accedemos para trabajar, en este momento no tenemos usuario”, describió. De este modo, la falta de comunicaciones oficiales y la ausencia de definiciones concretas han generado un clima de tensión entre los trabajadores, quienes se han visto imposibilitados de acceder a herramientas fundamentales para su desempeño laboral. Parpagnoli también hizo hincapié en la preocupación por la mirada que pueda tener Liendo, la nueva interventora, especialmente en lo que respecta a las comunidades originarias: " una persona que tiene esa mirada llegando a esta institución a mirar las comunidades originarias, no podemos esperar nada bueno de acá”, sostuvo teniendo en cuenta la visión sobre las políticas públicas de la flamante funcionaria, en línea con el gobierno nacional.
Por otro lado, Nuevo Diario dialogó también con el licenciado Pablo Ríos comunicador social, quien también expresó su preocupación ante la falta de claridad respecto a la situación de los trabajadores y trabajadoras, especialmente ante la posibilidad de despidos masivos, tal y cual viene sucediendo en los distintos organismos estatales. "Según algunas fuentes ya creen que hay como más de 800 despedidos en nuestro instituto en todo el país, pero lo cierto es que todavía no tenemos información concreta", mencionó reflejando la incertidumbre que prevalece en el ambiente laboral de la Secretaría de Agricultura Familiar.
