La manifestación, realizada por tercera vez en toda la Argentina, en contra de la violencia de género y otros temas como el aborto y los abusos sexuales de funcionarios, sumó también la participación de los estudiantes secundarios organizados en el marco de la campaña de despenalización del aborto y de mujeres y hombres de barrios humildes, nucleados en organizaciones sociales como el Movimiento de la Dignidad y el Frente Popular Darío Santillán.
Las consignas fueron varias
La columna, de varias cuadras, fue de la plaza 9 de Julio a la Legislatura provincial, donde se detuvo para lanzar consignas y siguió luego hasta la Jefatura de Policía, para concluir en la plaza, coreando el canto principal: “Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven, el patriarcado se va a caer, arriba el feminismo sí va a vencer”.
“Estamos marchando porque ya se cumplen tres años de los femicidios grandes que hubo acá en Salta y también porque estamos pidiendo justicia para Belén”, que casi murió a manos de su ex novio, contó a Nuevo Diario, Katia Cruz, del Movimiento de la Dignidad.
“En los barrios pobres es muy machista el hombre y es mucha la violencia doméstica hacia la mujer”. “Nosotros lo que estamos pidiendo acá es que la mujer se concientice y deje de depender del hombre y empecemos a trabajar nosotras, porque nosotras podemos. No es nada del otro mundo, podemos trabajar, podemos salir adelante, ya basta de dejarse pegar, que se concienticen para que dejemos de ser golpeadas y ya dejen de matarnos a nosotras. Entre todas nos podemos cuidar, nos podemos defender”, sostuvo Cruz.
Por su parte, Elena Cáceres, del Frente Darío Santillán llamó la atención sobre el hecho de que “mientras (las mujeres) más salimos a la calle, más nos destapamos los ojos, más fuerzas unimos contra el patriarcado, es cuanto más los hombres vienen contra nosotros.
Los hombres patriarcales, porque hay muchos hombres que también nos están apoyando. La mayoría nos están apoyando, apoyando la causa de la no violencia contra la mujer”.
Masacre social trans
“Apenas mostramos un mínimo de renuncia al patriarcado y la masculinidad imperante, somos criminalizdas, excluidas, humilladas, segregadas y asesinadas como el resto de las mujeres”, denunció ayer el colectivo trans en alto de la marcha #Ni una Menos, frente a la Central de Policía, institución a la cual denunciaron por los abusos a personas trans en situación de prostitución.
El colectivo denunció también la existencia de “un sistema que nos violenta expulsándonos a los márgenes de las posibilidades de supervivencia. La expectativa de vida de una mujer trans es de 35 a 40 años y esta es una masacre social” ante la indiferencia general, señaló.