El último fin de semana dejó una postal donde el presidente de Aguas del Norte, Ignacio Jarsún se mostró junto a Sergio "Topo" Ramos , intendente de Rosario de Lerma, en el marco de un convenio para que alumnos de Escuelas Técnicas inicien prácticas laborales en Aguas del Norte.
“Firmamos el convenio junto con los alumnos, sus familias, con directivos de las Instituciones, Intendente Sergio Ramos y el Diputado Nicolas Taibo”, informó Jarsún en un comunicado a través de sus redes.
Así y sin mediar explicación, Ramos y Jarsún se mostraron juntos en un marco de confraternidad, tras años donde el ahora titular de Aguas del Norte, denunció judicialmente al actual intendente por malversación de fondos durante la gestión topista en Rosario de Lerma.
A raíz de ello, el Ministerio Público Fiscal realizó pedidos de desafuero por Ramos durante su gestión como senador. Paradójicamente, la vida política de Rosario de Lerma se ha visto intervenida por las denuncias y conflictos que protagonizaron los dos dirigentes.
Nuevo Diario realizo un informe donde recorre en una linea de tiempo todos los cruces y denuncias que protagonizaron ambos dirigentes políticos.
Una relación conflictiva
En marzo de 2016 Ignacio Jarsún, como intendente de Rosario de Lerma, denunció a Sergio Ramos, su antecesor en el cargo.
La denuncia fue tomada por no haber declarado los pagos por 2,3 millones de pesos a la Dirección de Rentas de la Provincia. En diciembre de 2016 Jarsún, presentó ante la Fiscalía de Delitos Económicos una nueva denuncia que acusando presuntos hechos de corrupción.
“Nunca se hizo nada con la plata, no existe ninguna carpeta sobre el tema”, expresó el ahora titular de Aguas del Norte a la prensa en ese momento.
Esa denuncia llegó al punto de que en el 2021, tomó estado parlamentario el pedido de desafuero contra Ramos. El senador en ese momento se defendió sosteniendo que “la política quiere instalar mentiras en su contra”.
Ramos se encuentra imputado por peculado por fondos aportados en el 2013 por la Provincia, cuando era intendente de Rosario de Lerma, para un proyecto de empresa social, cuyo fin era construir casas prefabricadas en el barrio Islas Malvinas de esa localidad.
Según la investigación de la fiscalía, por la denuncia que efectuó en el 2017 Jarsún se determinó la inexistencia de documentación respaldatoria relacionada con el destino de los fondos.
Pese al requerimiento judicial, el senado respaldó al Topo, quien a través de presentaciones pudo lograr que no avance el desafuero de su banca.
Tras un tiempo, las llamas del enfrentamiento volvió a surgir. En septiembre de 2019, Ramos reclamo publicamente a Jarsún por no cumplir a tiempo con obras estipuladas, para las cuales se habría pedido una partida presupuestaria de Nación.
“La obra que inició con fondos de Nación en Rosario de Lerma, por $100.000 no la terminó y la Provincia tuvo que poner $40.000 para terminar. Esos eran los recursos para pavimentar la ruta 23. No alcanza con actuar en las redes sociales, menos con mentir, necesitamos honestidad”, señaló Ramos textualmente.
Jarsún respondió y trató de delincuente a Ramos afirmando: “Es una vergüenza que un tipo que estuvo preso por robo siga en el poder. Pronto eso se va a terminar”.
Ramos y Jarsún se marcaron constantemente sus diferencias y llegaron al punto de acusar de délitos penales el uno contra el otro. Sin embargo y amparados en la vida institucional, ambos se mostraron juntos en un encuentro de manera fraternal, donde lejos parecen haber quedado los tiempos de acusaciones y cruces.
