Tras reunirse con el ministro de Salud, Roque Mascarello, y obtener una tibia respuesta de “tramitar en el menor tiempo posible una solución”, los trabajadores decidieron iniciar medidas de fuerza.
Se trata de profesionales que están incluidos en el Programa Nacional de Equipos Comunitarios (PEC) para desarrollar actividad en la Atención Primaria de la Salud (APS) a cambio de una beca y que en un principio eran coordinadas por las universidades. Sin embargo el compromiso que adquirieron las provincias era el de absorber a los trabajadores.
Los que profesionales de la salud carecen de aportes previsionales, ART, Obra Social y beneficios laborales, realizan trabajo de campo en capital e interior y cubren las deficiencias dónde no hay profesionales de la salud de planta. Actualmente cobran un promedio de $6.000, que con la reducción quedarían en $3.000.
“Desde Ate (Asociación de Trabajadores del Estado) venimos gestionando el pase a planta desde el 2015. Mascarello en marzo de 2017 se compromete que en 82 días incorpora a los compañeros, pero no hace mas que dilatar”, sostuvo Norma Tejada, delegada de ATE.
