Juan Labaqui, gerente de comunicaciones de Uber, expresó en el programa Cable a Tierra que en Salta “están con novedades”. “Una es Uber Moto, es poder registrarse con su moto en la aplicación de Uber y poder ofrecer dos tipos de viaje: Uber Flash, para enviar o trasladar paquetes o artículos pequeños y el otro es Uber Moto, es decir, realizar un viaje para trasladarse de un lugar a otro”, dijo.
Asimismo, manifestó que cuentan con una “promoción” en todo el país para taxistas que estén buscando “complementar su actividad diaria”: quienes completen 50 viajes con la aplicación pueden llevarse $100.000 como “bono adicional”.
Labaqui afirmó que en Salta la actividad de Uber “empezará en instantes”, a pesar de que la aplicación funciona desde hace algunos meses de forma clandestina.
Además, afirmó que todos los productos de Uber cuentan con seguros para quien maneja y para quien viaje; y agregó que en el caso de Uber Moto los conductores están obligados a contar con un casco adicional para el pasajero. A ello sumó que al momento de registro se debe especificar el año del vehículo, estando habilitado desde el 2004, pero que el control técnico general “lo hace el cliente” y es chequeado por la empresa de forma permanente.
Estas expresiones generaron una rápida reacción de los sindicatos que nuclean a los taxistas. El Sindicato de Peones de Taxis envió un fuerte comunicado titulado “Taxistas rechazan el desembarco de Uber en Salta por las denuncias de violaciones, secuestros y robos que se producen por esta aplicación”.
“La aplicación de UBER destruye el trabajo de los taxis y remises. Su precio no tiene legislación y por ende pueden cobrar lo que se les ocurra”, manifestaron.
“En otras ciudades donde UBER desembarca existieron violaciones, robos y agresiones a los usuarios ya que las autoridades competentes no tienen un registro de quienes son los trabajadores o autos de UBER, es imperioso que no dejemos que trabajen en Salta, que no destruyan el servicio de taxis y remises”, expresó el secretario general del sindicato, Alfredo Carrizo, quien además se reunió junto con otros referentes del sector con el titular de la Autoridad Metropolitana de Transporte, Marcelo Ferraris.
El Sindicato de Conductores de Taxímetros y Afines de Salta, conducido por Ernesto Alvarado, por su parte se declaró en estado de alerta y movilización; remarcaron el carácter ilegal de la implementación de esta aplicación y exigieron la actuación de la AMT.
En julio de este año, Nuevo Diario ya había adelantado el anuncio del desembarco de Uber Moto y Uber Flash. Las posiciones en contra no vinieron solo desde los taxistas, sino también desde la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros, y Servicios (ASIMM), conducido por Carlos Cruz, que en su momento sostuvo que trabajar en una plataforma es “vivir precarizado y desprotegido”.
Desde el año pasado, ASIMM espera la aprobación de un proyecto de ley que obliga a las aplicaciones de delivery registrarse como empresa y formalizar a los empleados, garantizando la seguridad de los cadetes. El proyecto obtuvo media sanción en el año 2020, pero luego se cayó por la falta de tratamiento del Senado.
De esta manera, las declaraciones de Labaqui y la presencia de Uber volvió a generar fuertes polémicas, pero, sobre todo, fuertes rechazos de los sindicatos de los trabajadores cuya actividad se ve involucrada y en riesgo.
