El siniestro, ocurrido el 14 de diciembre de 2015, es motivo de juicio en el Tribunal Oral Federal N°2, integrado por los jueces Domingo Batule, María Alejandra Cataldi y Marta Liliana Snopek, debate que data del 22 de septiembre del año pasado y que, ahora, se encuentra en la etapa de los alegatos finales.
La muerte de los gendarmes del Destacamento Móvil 5, de Santiago del Estero, se produjo cuando las víctimas viajaban en un micro de esa unidad por la ruta 34, a la altura del puente sobre el arroyo Balboa, circunstancias en que el neumático delantero derecho se reventó y el colectivo, con 50 pasajeros, cayó desde una altura de 15 metros, tragedia de la cual solo sobrevivieron 6 efectivos.
En su alegato, en el que pidió la pena de 5 años de prisión efectiva para los cuatro comandantes acusados, Juan Carlos German, Elio Rafael Méndez, Juan Carlos Bordón y Ramón Antonio Maidana, el fiscal fue muy duro contra Otero por no haber controlado que los vehículos, entre ellos el micro siniestrado, tengan la Revisión Técnica Obligatoria (RTO).
“En la lógica elemental del miserable, el jefe de la Gendarmería, el señor Otero, es quien dice, 'animémonos y vayan”, afirmó, citando a Arturo Jauretche con esa última frase. Sostuvo que este jefe, en ese entonces Direc-tor General de Logísti-ca de Gendarmería, fue quien “mandó a su propia tropa, todos en vehículos, sin revisión técnica obligatoria”.
Para el fiscal, lo sucedido “es una vergüenza, desde el momento uno”, con el agravante de que “estamos hablando de 43 vidas humanas”. “No llevaban ganado, llevaban funcionarios públicos que han muerto, abandonados por sus jefes y en cumplimiento de funciones”, arremetió para concluir en que las autoridades, entre ellos, Otero, “fueron descuidados por las personas que los tienen que cuidar a ellos”.
El jefe ascendió al cargo máximo de la fuerza federal
El abogado Marcelo Arancibia, defensor del comandante German también se mostró sorprendido por la ausencia de Otero entre los imputados, quien lejos de ver afectada su carrera, no tuvo inconvenientes para ascender al cargo máximo de esa fuerza nacional.
Sobre su defendido, en tanto, fue tajante al señalar que debe ser absuelto de forma lisa y llana, pues a lo largo del juicio quedó probado que no estuvo en el escenario de los hechos, pues desde abril de 2015 hasta el 20 de diciembre, de ese año, se hallaba en una base de Gendarmería, en Rosario de Santa Fe.
Con cierta ironía, el letrado señaló lo absurdo de que Otero exima a los automotores de la fuerza de la RTO, cuando en los controles vehiculares “es lo que primero solicitan a los conductores” a modo de garantía de circulación. “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, parafraseó el defensor.
En cuanto al desgaste de la cubierta que causó el trágico accidente, señaló que dos testigos “estrellas” de la fiscalía dijeron que se percataron de esa anomalía, sin embargo, ninguno de ellos actuó en consecuencia con una advertencia literal a sus compañeros, sino que recién “hablaron con el diario del lunes”.
Para el próximo viernes, en tanto, se esperas que las partes aborden los reclamos civiles, las réplicas y dúplicas, debate que podría demandar toda la jornada, con lo cual el tribunal recién estaría en condiciones de la deliberación final para el 3 de mayo próximo, fecha en que ya podría haber veredicto.
