Este cortocircuito quedó expuesto en el marco de las declaraciones del titular de la cartera de salud de la provincia, en torno a las tareas que desarrolla una ONG como la Asociación Civil “Pata Pila”. Mangione ratificó los cuestionamientos a ese organismo privado, por apostar a un trabajo no coordinado con los organismos oficiales, especialmente con la Cartera Sanitaria.
Los señalamientos son de larga data, e incluyen también al exministro de Salud de la provincia, el Dr. Juan Esteban, quien al ser consultado por Nuevo Diario informó que durante su gestión se generaron disposiciones ministeriales que reglamentaban el plazo de trabajo de las fundaciones y la remisión de documentación vinculadas al paciente para ser incorporados a la historia clínica que figuraba en el sistema público.
“Observamos una gran presencia de fundaciones en el territorio, pero el amperímetro de la situación sanitaria del norte no cambiaba”, dijo el exministro a este medio.
En esa misma dirección, y en reiteradas oportunidades, Federico Mangione expuso en declaraciones a medios locales su profundo malestar sobre los índices de desnutrición y muertes por desnutrición y malnutrición en comunidades originarias del territorio provincial. A tal punto, que por iniciativa propia durante su gestión en el Hospital Materno Infantil, organizó a un equipo de médicos del citado nosocomio para asistir a embarazadas y mamás wichís de Santa Victoria Oeste y Tartagal. Fue ahí que expresó "estar cansado" de las fundaciones "que van hace años a esos lugares" y tras lo cual "nunca hubo cambios". No trabajan en serio, por eso nosotros lo vamos a hacer por indicaciones del gobernador".
No obstante, no resulta detalle menor que el Poder Ejecutivo Provincial haya propuesto una ley que no llegó a ser tratada, que regula la acción de las ONGs en las tareas de las comunidades indígenas, aún sin que exista un registro real y actualizado de las organizaciones del sector civil que aterrizan en el norte provincial con distintos fines.
Lo cuestionaba Octorina
La desaparecida referenta wichí, Octorina Zamora, cuestionaba al tercer sector y sus actividades con las comunidades originarias desde tiempos inmemoriables.
Zamora insistía en que las ONGs nunca presentaron “un listado de recursos humanos que haya ayudado o financiado a formar médicos, abogados, o arquitectos de las comunidades. Con ese listado, voy a afirmar que hicieron algo por los jóvenes, por nuestro futuro, salud, educación, y nuestros derechos” y enfatizaba que “hace falta que expongan cuánto dinero han recibido y qué se hizo con esos fondos”. “Necesitamos saber cuánto ingresó porque todavía los chicos se nos mueren de hambre”, alertaba.
