"No hay ni el más mínimo mantenimiento ni orden porque hay construcciones permanentemente y nadie pone reglas claras. Los que construyen ponen los materiales sobre la calle y con las lluvias se lleva todo", contó Elías Movsovich.
"A este barrio lo vendieron como de lo mejor y cuando llueve, las calles se inundan y el agua se empoza en los montículos de tierra que dejaron en otras calles. Yo vivo a cuatro cuadras de la ruta 51 y tengo una laguna al frente de mi casa, rodeado de montículos que impiden la circulación del agua", describió el vecino.
El vecino lamentó que el empozamiento del agua propicie la proliferación de mosquitos, en tiempos en que hay una fuerte campaña para prevenir el dengue.
Hizo hincapié en que inclusive el camión recolector de residuos circula en contramano para evitar los baches de las calles.
Remarcó que en la inmobiliaria no obtiene respuestas, ya que cuando llama para realizar reclamos lo atiende gente nueva que no conoce el barrio.
Por último, señaló que se siente estafado por el loteo y que le genera “bronca y tristeza que se jacten de loteos y engaños para los futuros compradores. Yo quiero vender, tiene cosas lindas, pero no soporto la situación”.
