Con este nuevo cuadro tarifario, en diciembre una persona que realice cuatro viajes por día durante cinco días, necesitará más de $2 mil para poder movilizarse.
El 2018, el boleto común de Saeta terminó con un incremento de precio del 86% comparado a como finalizó en 2017. Frente a esta suba, la explicación reside en la quita de subsidios al transporte público a partir del 1 de enero de 2019, además de la eliminación de los cupos de gasoil subsidiados.
Si bien desde la Defensoría del Pueblo de Salta, se realizaron presentaciones en reclamo por estos incrementos, desde la AMT se criticó esta maniobra de la comisionada de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Salta, Frida Fonseca, al sostener que en la presentación realizada “se advierte meras afirmaciones y una crítica subjetiva al procedimiento aplicado en el presente, sin mayores elementos que hagan a su aporte y construcción (...) expresiones poco claras y genéricas”, y la falta de acompañamiento de “elemento probatorio de sus dichos y afirmaciones o informe económico y/o complementario que fundamente la postura”.
Denuncias que van y vienen
Otra de las controversias alrededor de la empresa y la calidad de los servicios que presta, en detrimento de la tarifa actual, fue la disposición de prohibir que los pasajeros faciliten de forma solidaria sus tarjetas magnéticas a quienes lo requieran.
Frente a esta situación, particulares realizaron una presentación ante la Secretaría de Defensa del Consumidor, argumentando que se genera además un trato desigual sobre quién es portador de la tarjeta y quién no lo es, o no tiene crédito, pero que abonó el boleto por medio de un tercero que se bajó antes de que él descienda.
Ante esto se solicitó que se establezca una medida cautelar desde la Secretaría de Defensa al Consumidor , previo una audiencia, fijada para el próximo 14 de febrero.