Moseñor Cargnello pronunció la homilía de este domingo, en la misa que se celebró en la Plaza España, al pie del tradicional templete. Este año la liturgia de la fecha coincidió con el misterio de la transfiguración: "El misterio nos habla de que Jesús nos hace hijos de Dios", señaló y afirmó que "nuestras esperanzas también tienen su fundamento en Cristo Jesús, y el nos muestra que tenemos que escucharlo a él y aprender de él". "Caminar en cristiano significa caminar como un hijo y como un hermano y ahí entra el sentido del trabajo. El trabajo nos permite continuar la obra de nuestro padre Dios".
En ese sentido, el arzobispo sostuvo que la consigna del trabajo en boca de Jesús: "marca nuestra responsabilidad y la de nuestra sociedad de procurar organizarse de tal manera que permita que todo hombre y mujer puedan encontrar en el trabajo justamente el camino de su dignidad. Vivimos una época cada vez más difícil en orden a descubrir espacios y oportunidades de trabajo y eso nos compromete a nosotros a ser muy responsables en nuestro trabajo", dijo.
Asimismo, apuntó al que tiene una vocación empresarial, a ser también muy responsable en la organización para poder dar trabajo a los demás: "Y a los que tienen el deber de gobernar las ciudades, las provincias, los pueblos, las naciones, también a pensar una sociedad que no excluya, y no hay otro camino de inclusión que no sea el trabajo". El sacerdote insistió en que el momento no es fácil "pero nosotros creemos en el Señor y estoy convencido de que muchos de quienes vienen aquí están convencidos en San Cayetano, a quien se lo eligió como el patrón del trabajo en este país". "Que la imagen de Jesús transfigurado, nuestro hermano que nos hace hijos del padre, nos lleve a escucharlo, a crecer en la conciencia de la responsabilidad del trabajo, a ayudarlos para que nadie se sienta fuera de casa en nuestro país", finalizó.
