José “Jocha” Castro Videla, dirigente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, expresó en Hora de Voces (FM Ya 91.3) que deben lograrse los consensos para conseguir la prórroga que, además, “debe estar acompañada de políticas serias y de Estado que discutan como democratizar la producción de alimentos y el acceso a las góndolas”.
“Sabemos que los índices de pobreza y de indigencia son muy muy altos, una cuestión inconcebible que no se puede naturalizar de ninguna manera. Esto ha acompañado a que los índices de inflación todavía siguen altos, si bien ha habido alguna baja en los últimos meses, es mínima. La inflación anual va a ser muy alta, en especial en los rubros de los alimentos, que es un rubro muy sensible”, remarcó Castro.
El dirigente indicó que desde las organizaciones sociales y políticas se impulsa la prórroga para que funcione más allá de la emergencia y puedan lograrse cambios estructurales.
En ese sentido, cuestionó que el Estado discute las políticas de Precios Cuidados solo con “las empresas monopólicas de Argentina que ocupan el 90% de la góndola” y que muchas veces se cambian etiquetas y nombres de los productos para tenerlos a mayor precio. Asimismo, señaló que en los pueblos la política no existe.
En cuanto a Precios Justos, la nueva iniciativa del ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, que incluye el precio de los productos en las etiquetas, consideró que puede llegar a incidir un poco más, pero debería analizarse en qué sentido se lo toma como un precio justo.
“Estamos bajándole el precio, justamente, al concepto de comercio justo, que es algo que desde la economía social y popular tratamos de concretar, que haya un precio justo para el que produce y para el que consume”, indicó.
Castro remarcó que no solo hay incumplimientos en programas como Precios Cuidados, sino también en leyes como la Ley de Góndolas que – aseguró – no se cumple en ninguna parte del país y que para las provincias o municipios “es muy difícil” auditar supermercados.
Castro se refirió también a la política de la Tarjeta Alimentar y manifestó que tuvo un impacto positivo al “poner plata en el bolsillo de la gente” en un contexto de crisis económica e inflación que vive el mundo. Además, sostuvo que permitió a los comercios modernizarse al tener que utilizar posnet para poder realizar los cobros, ya que la política solo permitía el pago con tarjeta, sin la posibilidad de extraer el dinero en efectivo.
Dicha modernización vino de la mano de un pedido de los militantes para “no fortalecer y enriquecer” a las empresas de siempre.
Por último, el dirigente sostuvo que es necesario pensar en el fortalecimiento de la producción alimentaria con políticas como el acceso a la tierra para productores y agricultores familiares o créditos blandos para pequeñas y medianas empresas y productores, lo que permitiría sumar empresas a la discusión de precios.
