Nelson Campos, presidente de la Comunidad Wichi “El Algarrobal”, ubicada a unos 500 metros de la localidad de Pichanal, se quejó porque el municipio de Pichanal por un convenio firmado con la Provincia recibió 5 millones de pesos para construir una planta depuradora.
“El pozo de agua fue realizado por la gestión anterior pero está contaminado. El actual intendente Sebastián Dominguez ya recibió esos fondos para finalizar este proyecto que comprendía una planta de purificación, pero hasta el momento esa obra no se hace”, denunció Campos.
La concejal local, Graciela Benitez, ratificó la firma de este convenio entre el municipio y el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia. Comprendía dos partes; la primera realizada por el ex intendente Antonio Jallit, preveía la perforación de un pozo de agua que abastecería a la comunidad y a otras 4 cercanas de la zona.
La segunda, ya con la intendencia de Sebastian Dominguez, prevé la ejecución de una planta purificadora para el consumo humano.
“Dominguez recibió alrededor de $5.000.000 para finalizar con la obra, pero hasta el momento no ha iniciado con la ejecución de los fondos. Como concejales presentamos pedidos de informe del tema pero existe un hermetismo de parte del ejecutivo municipal” aseveró la edil.
Benitez además comentó que tampoco existieron controles de autoridades provinciales sobre el tema, “pese a que no se han cumplido los plazos establecidos por el convenio”.
“A esa obra no solo le hace falta la planta depuradora, sino también una bomba que asegure la presión de agua”, indicó la concejal.
Las enfermedades
El dirigente wichi por su parte comentó a este medio que la gente que habita en la comunidad, en especial los niños, padecen desde hace tiempo enfermedades y patologías realicionadas con el estómago.
“Los médicos nos dijeron que esto se debe al consumo contaminado que estamos teniendo en el agua. Lo que sale del pozo no es apto aun para que la beban las personas”, expresó.
Campos comentó que en la comunidad hierven el agua para tratar de purificarla, pero a veces el tiempo no alcanza para cumplir con este cuidado.
“Desde el pueblo han tirado hasta donde nos encontramos un caño para tratar de abastecernos, pero nunca hay presión por lo que tenemos esa opción casi inutilizada”, concluyó Campos.
