Según contaron los vecinos a Nuevo Diario, la antena fue ubicada en el barrio (cuando ya había familias habitando en el lugar), hace unos 20 años. El lugar original de la disposición de la antena fue donde se encuentra el Cristo, pero al anteponer la cuestión estética se decidió trasladar la estructura al barrio mencionado.
Los vecinos indicaron que durante esos tiempos se estableció por una normativa que la antena no iba a estar en el lugar por más de 5 años. Cuando el plazo se cumplió, la antena seguía en el lugar al parecer por una prórroga. Los vecinos empezaron entonces a organizarse con el fin de que se dejen de firmar los convenios para que la antena no siga funcionando.
“Ya habían pasado 10 años cuando nos quejamos de nuevo y enviaron la gente de Claro a explicarnos que la contaminación de las antenas no estaba probada. Entonces los vecinos les dijimos que no que-ríamos la antena y la erradicación de los transformadores”. Estos implementos que permiten dar energía a la antena “siempre hicieron contaminación sonora y estaban al lado de una casa que tenía ese ruido de 24 horas”.
Sostuvieron que cuando solicitaron los informes pertinentes por todo el equipo completo “cubrieron el predio con paredón de piedras para que no podamos ver los tipos de transformadores”, que se habían montado.
El conflicto llegó a tener una mediación judicial, se estableció una nueva ordenanza para evitar que las antenas se encuentren dentro de zonas urbanizadas, y "quienes tomaron la intendencia entendieron que no podían renovar el convenio".
La semana pasada la antena fue desmantelada y de ahora en más los vecinos piden que ante este tipo de situaciones sean consultados por la instalación de antenas, para evitar que se haga en loteos privados.