Rubén Olarte, vecino que promovió la presentación ante la justicia, explicó a Nuevo Diario que el 29 de octubre de 1964, bajo el gobierno democrático de Ricardo Joaquín Durand, el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia sancionaron la Ley N° 3.913 que declaró la creación del municipio de La Silleta, ordenando que los gastos que demandara el cumplimiento de ello fuesen atendidos con fondos de rentas generales de la provincia.
"Desgraciadamente en el año 1967, durante el golpe militar, el interventor de Salta decidió, a través de un decreto, suspender esa ley. No la derogó, la suspendió", indicó.
Ante ello, presentó en la Corte de Justicia de Salta una acción declarativa de inconstitucionalidad en julio de este año sobre el decreto 2.533/67, firmado por el gobernador interino de facto Mario Eliseo Cabanillas, argumentando que esa decisión fue ilegítima por el carácter de facto del entonces administrador de la Provincia.
"Fue un usurpador que se entronizó por la violencia y valiéndose de la fuerza se mantuvo en el ejercicio del poder, por lo que sus actos carecen de todo valor jurídico", señaló.
El decreto del gobernador de facto dispuso que "hasta tanto el Municipio de La Silleta se encuentre encuadrado en lo que determina la ley 1.349, que le permita desarrollar una labor eficaz a favor de la comunidad, deberá el mismo ser atendido en todo lo inherente a la labor municipal por la intendencia de Campo Quijano".
Sin embargo, hasta el momento no han tenido respuesta de la justicia. "Necesitamos que los jueces de la Corte declaren inconstitucional el decreto de facto que suspendió la vigencia de la ley. Si nos dan la razón, debe volver la vigencia de la ley y el Poder Ejecutivo Provincial debe llamar a elecciones para que La Silleta, después de 57 años, tenga su primer intendente. Ese es el planteo", remarcó.
Una población abandonada por un acto ilegítimo
Actualmente, la localidad de La Silleta depende de Campo Quijano y "del ostracismo", afirmó Olarte, e informó que durante todos estos años dentro del ejido urbano solo se pudieron gestionar 30 viviendas, 1 centro de salud que solo atiende a diez pacientes por día, ocho cuadras pavimentadas, cuatro cuadras adoquinadas, un solo pozo de agua y tres mil metros de lineales de gas natural que solo cubren a un tercio de la población.
"A cuarenta años del retorno a la democracia, los silletanos seguimos 'obedeciendo' la decisión 'ilegítima' de un usurpador del poder", aseveró Olarte.
