“No hay duda que hay una violencia provocada y otra larvada, que como un volcán reprimido se sostiene en un extraño silencio, que aplasta la natural reacción a este valor, que debe ser protegido indeclinablemente, el cual no es otro que la “libertad de expresión”. También refiere que este movimiento interno (cuyo principal referente es Luis Zavaleta) “nace bajo la imperiosa necesidad y lucha por la restauración de la fe perdida en el ejercicio de la política. Sarmiento, decía con no poca sabiduría que cuando los honestos se quedan en la casa, de los pícaros es el poder. Sin ningún afán de crear conflictos inútiles, la premisa de esta hora tan difícil del país es recrear y rescatar la confianza de los hombres y mujeres de nuestra Nación”. “Por ello -continúa-, y sin caer en afanes mezquinos, es crear el ejercicio de la política al servicio de la sociedad; y tratar de colocarnos por encima de aquello, que hoy condena, el abuso de la palabra, el olvido de los verdaderos problemas que aquejan a nuestros compatriotas, la inseguridad, la falta de trabajo, la desvalorización de las instituciones, como una moneda que todo lo relativiza y que pone en igualdad y descrédito a la lucha por una sociedad mejor”, sostiene el comunicado.
Firman Luis Zabaleta, Ernesto Azurmendi, Néstor Quintana, José Luis Valle, César Vera, Ramón Alarcón, Sandra Meyer, Hugo Barroso, Eduardo Saicha, Walberto Cabez, Walter Gomez, Chito Aban y Hugo Grosberg.