La convocatoria al plenario fue aprobada sesiones atrás a través de una resolución que elaboraron los miembros de la Comisión de Servicios Públicos, Actividades Comerciales y Privatizaciones del cuerpo deliberativo, a partir de un proyecto de ordenanza que impulsa la concejala Agustina Álvarez.
En los fundamentos de la mencionada iniciativa se subraya la necesidad de crear un código para actualizar la regulación de los espectáculos públicos y las actividades nocturnas en la ciudad de Salta.
Principales puntos del proyecto
“La idea es que este código venga con reglas de juego claras, tanto para los vecinos como para los empresarios. No se busca favorecer a un sector sobre el otro, se busca que toda la sociedad pueda convivir mejor”, aseguró Álvarez.
Asimismo, apuntó a que las personas tengan normas claras, concretas, que efectivamente le den una herramienta para ejercer sus derechos y vivir tranquilos. Además, la concejala confirmó el apoyo de los empresarios del Paseo Güemes y al Paseo Alvarado. “La idea es que no se distorsionen los rubros y que este código dure años”, finalizó Álvarez.
Advierten sobre una serie de irregularidades en peñas y boliches
La edil Agustina Álvarez indicó que este proyecto sobre un código de nocturnidad surge luego de diversos análisis entre sus pares, detectando algunas “irregularidades” en la norma actual.
“El año pasado vimos distintas ordenanzas y al estudiar la que regulaba los boliches, detectamos que establecía entre los datos más salientes, que una mujer debe ir acompañada de un hombre sí o sí a un local bailable, que debía tener ciertos distintivos que los hombres no o que si salía del local no podía volver a ingresar” subrayó. En su momento, los concejales consideraron aquella normativa “vetusta” y que se contradecía con otras, incluyendo algunos convenios internacionales. Álvarez remarcó que es oportuno modificar la legislación y derogar lo que no sirva. Por otro lado afirmó que “hay comercios que pagan sus impuestos como si pertenecieran a algún rubro pero a la hora de trabajar, tienen limitaciones como si pertenecieran a otro. En definitiva, la ordenanza termina en letra muerta o sirve de excusa para que se hagan cosas que no corresponden”.
