Con un cuarto de las 61.551 secciones electorales de todo el país analizadas, el "No" a la reforma mantiene una ventaja de más de 15 puntos sobre el "Sí", con victorias de los opositores a la reforma en casi todas las grandes ciudades, incluida la capital Roma.
"Mi experiencia de gobierno terminó acá y mañana renunciaré", afirmó Renzi cuando reconoció la derrota del "Si", y explicó que mañana (por hoy) llevará en persona el texto de su dimisión al presidente Sergio Mattarella.
La frustrada reforma planteaba la reducción de los miembros del Senado de 315 a 100, la elección semi directa de sus legisladores y la disminución de sus funciones legislativas, con el objetivo de generar un ahorro de 500 millones de euros al año, y dar agilidad y estabilidad a un país que tiene un tiempo medio de sanción de leyes de 30 meses; y que ha tenido 63 gobiernos desde la fundación de la República, hace 70 años.
Con una participación en las urnas récord, de casi el 70% de los 46.714.950 habilitados en un referéndum no obligatorio, Italia rechazó la reforma impulsada por Renzi, quien había convertido la elección en una suerte de plebiscito sobre su gestión, tras prometer varias veces su renuncia en caso de ser derrotado.
"Si se confirman los primeros números será la victoria del pueblo contra los poderes fuertes. Renzi debería renunciar en los próximos minutos y de inmediato se tienen que convocar a nuevas elecciones. Nada de gobiernos técnicos; ahora les toca a los italianos elegir", había pedido apenas cerradas las urnas el líder de la Liga Norte (derecha) Matteo Salvini, tras agradecer la "participación popular" en el referéndum.
Desde la también derechista Fuerza Italia, el jefe del bloque en Diputados, Renato Brunetta, pidió también "la renuncia de un Renzi que personalizó la campaña y prometió su dimisión y su retiro a la vida privada. Este resultado es la derrota de los poderes fuertes, de las sociedades financieras especulativas", criticó también en esa línea.