La audiencia de debate se llevó a cabo en la Sala V del Tribunal de Juicio, presidida por la jueza Gabriela Romero Nayar.
Escalante -personal policial- fue denunciado por la madre de la víctima, una adolescente con retraso madurativo y problemas auditivos. La mujer refirió que su hija le contó que se encontraba sentada en la vereda, a pocos metros de su casa, cuando llegó el imputado en su auto. La damnificada lo conocía porque era amigo de su hermana mayor. Le ofreció llevarla a dar una vuelta, ella aceptó y fueron a una heladería.
Luego la llevó a inmediaciones de las calles Martín Cornejo y Almirante Brown. Estacionó allí, la besó y comenzó a tocarle sus partes íntimas. La menor le pidió que no le hiciera eso, pero el acusado siguió y la accedió carnalmente.
Luego le dijo que se bajara y ella regresó caminando hasta su casa. Apenas llegó entró al baño a ducharse y dejó su ropa interior en el lugar, la cual fue llevada por su madre a la dependencia policial.
La denunciante señaló que cuando se entrevistaron con el imputado admitió que la había llevado a pasear, pero negó haber abusado de ella.
En las pericias realizadas por el Servicio de Biología Molecular del CIF sobre la ropa interior de la víctima se detectó material genético del imputado.
La jueza revocó el arresto domiciliario con pulsera electrónica que venía cumpliendo el acusado y ordenó su inmediata detención y traslado a la Alcaidía General de la provincia.
Rechazan casación
La Sala I del tribunal de Impugnación no hizo lugar al recurso de casación contra la sentencia que condenó a C.D.T. a la pena de cinco años y seis meses de prisión por resultar autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda. Los jueces Virginia Solórzano y Luciano Martini recordaron que "la violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales que importa una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres".
