El juez Leonardo Gabriel Feans, vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio, ordenó que el condenado continúe en libertad por la modalidad de la pena dictada.
El juez hizo lugar a la demanda civil presentada y condenó al imputado a pagarle al damnificado 450 mil pesos por daño a la salud, 670 mil pesos por el lucro cesante y 450 mil pesos en concepto de daño moral, todo ello más los intereses correspondientes.
El imputado fue condenado por hechos ocurridos en el contexto de un partido de fútbol disputado en Campo Santo, entre los equipos de Peñarol y San Antonio.
El damnificado refirió que el encuentro se había desarrollado de manera normal y cuando se encontraba yendo a su vehículo, la infantería comenzó a hacer disparos en contra de la hinchada de Peñarol. Señaló que cuando vio que policías agredían a su hermana fue en su ayuda. Sostuvo que vio cuando el imputado le efectuó el disparo que le lesionó el ojo. Indicó que era el único que tenía un arma larga. El juez le ordenó al policía cumplir diversas obligaciones durante dos años: fijar residencia y comunicar cualquier cambio al tribunal en un plazo de 48 horas y someterse al cuidado del Programa de inserción social.
Otro uniformado irá a prisión por cohecho
La jueza de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal, Asusena Margarita Vásquez, condenó a un hombre de 41 años por ser autor del delito de cohecho y facilitación de estupefacientes agravados por la función pública y el lugar de detención en grado de tentativa. Le impuso la pena de seis años de prisión de ejecución efectiva, multa e inhabilitación especial perpetua.
En el mismo fallo fue condenada una joven de 22 años como autora del delito de cohecho y facilitación de estupefacientes agravados por el lugar de detención en grado de tentativa. Ella cumplirá la pena de un año de prisión de ejecución condicional y pago de la multa. Deberá fijar domicilio, someterse al control de un patronato y abstenerse de relacionarse con personas del ambiente delictivo.
El 25 de agosto del año pasado la joven se presentó en la Comisaria Tercera de Tartagal para entregar dinero y drogas al acusado, que cumplía funciones como policía en esa dependencia y que sería el encargado de darle lo recibido a los detenidos.
No obstante, otro de los agentes se hizo pasar por él, pero al ver los elementos que le querían dar le hizo conocer su verdadera identidad. Ante esto, el policía le explicó lo sucedido a su superior, por lo que de forma inmediata se procedió a la detención de los dos imputados.
