V.Z. señaló ante los jueces los distintos hechos sufridos desde ser sometidas a tratos verbales degradantes, tocamientos y expresiones de contenido sexual en sus labores dentro de la congregación “Hermanos Discípulos de Jesús San Juan Bautista” que era conducida por Rubén Agustín Rosa Torino.
El ex sacerdote está imputado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración y por ser ministro de culto reconocido, en perjuicio de dos víctimas, y abuso sexual simple agravado por ser el autor ministro de culto en perjuicio de una tercera víctima.
En la primera jornada había declarado una de las víctimas.
V.Z. relató los distintos hechos que ocurrieron y dijo que luego de los primeros tocamientos fue destinada a realizar tareas de evangelización, donde tuvo conocimiento de otros casos en los que los hermanos se iban a las camas de los nuevos. Cuando puso a Rosa Torino al tanto de esta situación, éste le dijo que ese tipo de situaciones eran “usuales en los conventos” definiéndolo como “juegos sexuales”. Y luego fue enviada a México donde tuvo conocimiento de hechos similares.
Cuando retornó a Salta comenzó a tener ataques de llanto, razón por la cual la derivaron a atención psicológica y posteriormente le recetaron medicación psiquiátrica. Dijo que conoció otros casos similares donde las víctimas eran tratadas como “locos” y se les proporcionaba medicación psiquiátrica.
Posteriormente declaró A.E.J.A., quien se refirió a un hecho ocurrido en 2013, cuando el sacerdote lo sometió a tocamientos durante unos 30 o 40 minutos diciéndole que presuntamente tenía varicocele. Los hechos recién los contó tres años después.
Este episodio fue motivo incluso que el joven huyera de la congregación con la intención de retornar a su provincia natal. Tras el hecho el joven pensó incluso en quitarse la vida.
La Sala IV del Tribunal de Juicio está integrada por los jueces Maximiliano Troyano, Norma Beatriz Vera y Roberto Faustino Lezcano.
