Se hallaba afectado de una medida de secuestro judicial y pertenecía, como es lógico suponer, a un particular y no al Partido Justicialista de Salta.
Sin embargo, lo más soprendente fue que la periodista reveló que las llaves del vehículo le fueron entregadas en mano por el exsecretario de Seguridad del gobierno de Romero, Gustavo Ferraris, y que, además, "el acto de entrega" tuvo lugar en el despacho del entonces ministro de Gobierno de Salta Víctor Manuel Brizuela.
Otero sostuvo que "ninguno de los dos" altos cargos romeristas le hizo saber en aquel momento que el vehículo se encontraba judicialmente inhabilitado para su uso y que lo tomó como "una contribución de apoyo a su campaña".
Causa de peculado
El juez federal nº 2 de Salta Miguel Medina, había dispuesto el procesamiento del jefe policial Hugo Liendro, que se desempeñó como titular de la repartición durante el gobierno de Romero.
La medida cautelar del juez federal fue adoptada por entender que existen indicios de que Liendro habría cometido un delito de peculado al permitir que algunos jefes policiales utilizaran vehículos secuestrados por la justicia, sin contar con la autorización de los jueces competentes.
En sus declaraciones Otero dijo que Liendro "no tiene nada que ver en el asunto" y concretó las responsabilidades en cabeza de los cuestionados Ferraris y Brizuela.
Otero señaló también que cuando el asunto del uso de los vehículos secuestrados salió a la luz "a esta gente se la tragó la tierra", en alusión a Brizuela y Ferraris.