En el juicio que se sigue por las lesiones a José María García (quien quedó cuadripléjico), Ramos Osorio sostuvo que la agresión fue "sin riesgo, a traición y sobre seguro. Entiendo que se dan los elementos para la figura de alevosía". Por ahora Cabral afrontaba el juicio por el delito de tentativa de homicidio simple, y Bornes por el delito de agresión de arma impropia.
La declaración de Carlos, el testigo con identidad reservada, fue la más importante dado que estuvo a solo cinco metros cuando acontecieron los hechos que tuvieron lugar el 29 de enero de 2014, tras el partido que disputaron San Lorenzo y River en Salta.
El 13 de marzo de 2014 fue el momento que Carlos se presentó como testigo y desde ese momento se dispuso reservar su identidad. Contó que ese día vio pasar primero a dos chicos que llevaban la camiseta de San Lorenzo, corriendo por la senda peatonal.
El tercero que iba por la calle con igual camiseta iba rezagado. "Se lo veía cansado", dijo, al indicar que en un momento, este "muchacho" (García) se dio vuelta para ver si lo perseguían y vio que su atacante estaba muy cerca.
Siguió corriendo pero el que lo atacaba (que llevaba la camiseta de River), lo alcanzó y Carlos vio que lo golpeó en la nuca. Sólo después vio que en la mano el atacante tenía una piedra grande. "Nunca tiró o soltó la piedra", dijo el testigo.
Fue entonces que vino la sorpresa: Carlos, que nunca había reconocido a los agresores hasta ayer en el juicio, identificó a Bornes como el agresor y no a Cabral. "El muchacho cae como muñeco con los brazos para atrás, y queda tendido allí y el agresor retrocede", contó en la audiencia al sostener que fue entonces que ingresaron a escena otros tres agresores que, pese a la inconciencia de García, comienzan a patearlo.
Asi fue que los transeúntes que vieron los acontecimientos quisieron ayudar a García y recién los agresores decidieron irse. No sin antes tirar algunas piedras de menor tamaño a quienes se acercaban ayudar a quien yacía en el piso, desmayado.
"Lo vi dos veces", al indicar que vio al agresor de frente y de espalda: cuando agredió a García, como cuando se fue. "Estaba un poco incómodo yo, por el hecho de haber presenciado y no haber hecho nada para ayudarlo al muchacho", dijo.