NINGUNA MUJER

Las nominaciones en la Corte de la Nación reabren el debate por la equidad de género

El presidente liberal libertario Javier Milei decidió este miércoles nominar a dos hombres para la Corte Suprema y estalló la polémica sobre la importancia de respetar la paridad de género y la mirada con perspectiva de género en la Justicia.

Javier Milei no nominó a ninguna mujer para la Corte. Foto: NA
Javier Milei no nominó a ninguna mujer para la Corte. Foto: NA

Una nueva oportunidad del Gobierno Nacional para marcar distancia con la agenda de equidad en los roles de liderazgo más significativos de Argentina, demonizando inclusive los planteos de referentes que durante las últimas horas se expidieron al respecto.

Nuevo Diario dialogó al respecto con la abogada feminista Gabriela Gaspar, quien sostuvo que: “La decisión por parte del Ejecutivo Nacional de no respetar la paridad de género al momento de cubrir estas vacantes, lo que hace es atentar contra los principios democráticos, pero por sobre todas las cosas, contra los principios de igualdad y no discriminación a los que la Argentina está acostumbrada”, dijo y agregó: “el Estado argentino se ha obligado de manera internacional y obviamente esto va a cargar con responsabilidades por las que tendrá que dar respuesta oportunamente”. Asimismo, la letrada apuntó a este nuevo intento de avanzada como un: “atentado en contra de las garantías constitucionales que ya establecen y que se encuentran amparadas por la Constitución en el artículo 75, inciso 22 y 23, que dispone expresamente que el Congreso debe sancionar leyes que establezcan acciones positivas para garantizar la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por la Constitución y los tratados internacionales vigentes, violando el principio de progresividad y no regresividad”.

“Situaciones como esta vulneran uno de los principios sobre los cuales se viene trabajando y tiene que ver con la autonomía en la participación política de las mujeres”, enfatizó Gaspar que además señaló en esa misma dirección sobre el escaso avance “respecto de la autonomía física para erradicar la violencia de género y la toma de decisiones de esta naturaleza, que se traduce en los juzgados de primera instancia, en las cámaras de apelaciones, en las cortes provinciales, como la ausencia de mujeres y sobre todo de funcionarios con perspectiva de género”.

“Atenta contra la integridad de las mujeres, contra la posibilidad de garantizar un ejercicio efectivo de derechos. Es muy preocupante sobre todo porque es lo que está en juego y lo que siempre se pone en discusión cuando se empiezan a generar políticas de gobierno que tienden a cercenar derechos, porque, en definitiva, las mujeres seguimos siendo la moneda de cambio”, cerró.

“Un mensaje disciplinador de Milei”

Nuevo Diario también dialogó con Natalia Nieto, periodista y ex titular del Centro de Comunicaciones Institucionales de la Procuración: “Más allá de las normativas taxativamente ignoradas e infringidas, Milei ataca los Derechos Humanos y emite un mensaje disciplinador para las mujeres y disidencias que se “atreven” a ocupar lugares con poder de decisión y en cualquiera de los poderes del Estado, en este caso, en el Poder Judicial”. En ese aspecto sostuvo: “Si bien ser mujer no garantiza la perspectiva de género, el mensaje del gobierno al pueblo argentino ratifica que avalará, a través de sus políticas, que el sistema judicial siga reproduciendo modelos patriarcales, que siga revictimizando y también nutriendo la impunidad de los violentos. Las postulaciones de Lijo García-Mansilla son hechos que se suman a los prejuicios reforzados por el presidente a través de su discurso cotidiano, y que pueden derivar en actos violentos en la sociedad cada vez más legitimada por sus propios gobernantes, para arremeter contra sus pares que históricamente han sido vulneradas en sus derechos: mujeres y disidencias”, afirmó.

Repercusiones por los candidatos a la Corte

La postulación del Gobierno nacional del juez federal Ariel Lijo y el abogado Manuel García Mansilla para formar parte de la Corte Suprema de Justicia despertaron críticas en el arco político. Desde la Coalición Cívica, espacio referenciado en Elisa Carrió, anticiparon que presentarán una impugnación al pliego de Lijo, al considerar que su candidatura constituye “el más grave daño a la República e independencia del Poder Judicial”.

Por su parte, la diputada Margarita Stolbizer posteó: “Frente a la divulgación del comunicado de la Oficina de Presidencia sobre las nominaciones propuestas de hombres como jueces para ocupar puestos vacantes en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, expresamos nuestro firme rechazo a la falta de equidad de género y demandamos que las vacantes en la Corte Suprema de Justicia de la Nación sean ocupadas por mujeres”.

Más que nunca, un techo de cristal imposible de romper

Recientemente, y con motivo del Día Internacional de la Mujer, la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación publicó la actualización del Mapa de Género de la Justicia en Argentina. El documento en cuestión revela la distribución de los cargos por género del sistema de Justicia en nuestro país en 2023. Allí, el denominado techo de cristal aparece en los niveles de la Magistratura, y más aún en los máximos niveles de autoridad donde son minoría.

De este modo, el estudio sostiene que, si bien más de la mitad del plantel del sistema de justicia (57%) estuvo constituído por mujeres y el 61% del funcionariado también lo era, solamente el 29% alcanzaban los cargos de Ministras, procuradoras generales, defensoras, etc.

"Una Corte sin mujeres es una Corte sin Justicia", fue una de las expresiones más fuertes que se leyeron este miércoles por parte del colectivo “Mujeres del Derecho” en franco cuestionamiento a la decisión de que ambos postulantes sean hombres, aún cuando una de las vacantes a ocupar sea la que dejó libre Elena Highton de Nolasco.

Por su parte, la Asociación de Mujeres Juezas de la Argentina subrayó en otro comunicado: “la igualdad entre hombres y mujeres es una cuestión de derechos humanos y es condición indispensable para la consolidación democrática, el desarrollo económico y la paz social”.

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