Aranguren afirmó que el nuevo cuadro tarifario de gas implica un sinceramiento de las variables económicas de la Argentina a través de un suministro sostenible en el tiempo, atendiendo a los usuarios con menores ingresos e impulsando una reducción gradual de recursos que se podrán destinar a la salud y la educación.
El nuevo cuadro tarifario del gas incluye un tope de aumento del orden del 300% para usuarios residenciales
Aranguren, tras detallar los valores que se aplicarán a partir de ayer a distintos segmentos de la población, respondió, con su habitual cortesía, no menos de 20 preguntas de la prensa especializada, incluso con algún tono de autocrítica: "La urgencia de poder resolver un problema nos llevó a correr antes de empezar a caminar", admitió el ministro.
De todas maneras, a partir de los cambios que se introdujeron en el nuevo cuadro tarifario, se mostró convencido de iniciar un camino hacia "un sistema más justo", sustentado en una tarifa social que "llegará a quienes la necesitan".
"Hay otros derechos humanos que están antes que un esquema tarifario, por eso queremos que a partir de una reducción gradual de los subsidios el erario (público) use los recursos para la educación y la salud", remarcó Aranguren.
El ministro no cargó las tintas sobre la herencia heredada en materia energética aunque fue enfático al momento de recordar que en pocos años se pasó de vivir en un país con energía "abundante y barata a otro con escasez" del recurso.
Hay otros derechos humanos que están antes que un esquema tarifario, por eso queremos que a partir de una reducción gradual de los subsidios el erario (público) use los recursos para la educación y la salud"
"Solamente el 60% de los consumidores argentinos tienen acceso al gas natural, por lo tanto el restante 40%, claramente con menores recursos, termina subsidiando a los primeros, por eso uno de nuestros desafíos es que el gas natural llegue a todos los hogares argentinos", subrayó.
Su presentación tuvo dos partes bien diferenciadas: por un lado, repasó rápidamente una serie de filminas con la nueva estructura tarifaria y, por otro, respondió las inquietudes de la prensa, que transitaron esencialmente por la dolarización del precio del gas en boca de pozo y los cambios que se incorporaron en la tarifa social.