Una habitación oscura. Alejada de los problemas en los que se sumergió en el último tiempo. Sin trabajo y separado de su segunda esposa, Toresani se refugió en el hotel que la Liga Santafesina de Fútbol posee en la provincia natal del ex jugador.
"Le dolía estar así. Él quería dirigir y su última experiencia había sido en Rampla Junior, un equipo de Uruguay con el que vino a hacer la pretemporada en febrero", explicó el presidente de la institución que nutre al fútbol santafesino, Axel Darío Menor.
El cuadro depresivo que hostigaba al ex mediocampista lo llevó al aislamiento. "Acondicionamos un sector para que esté tranquilo y nadie lo moleste", detalló el dirigente.
Algunos desatendidos
Según el directivo, Toresani tuvo "algunos desentendidos" con su ex esposa, pero la realidad es que ya llevaban separados un largo período. Se trataba de un segundo matrimonio con el que tuvo su tercer hijo (los 2 anteriores los tuvo con su primera esposa), aunque algunas visitas esporádicas sostenían las esperanzas de una posible reconciliación.
Sus síntomas marcaban, quizás, un destino trágico. Incluso hace un par de semanas ya había tenido un intento de suicidio que fue velozmente desactivado por su círculo íntimo que lo rodeó en el último tiempo.
Una ingesta de pastillas dejó a Toresani casi inconsciente al borde del colapso y la pronta intervención de sus amigos fue vital para evitar su muerte.
Tras aquel episodio cargado de tensión, desesperación y dolor, parecía que iba a salir adelante. Sin embargo, cuando el reloj marcaba las 7 AM del lunes y varios canteranos se acercaron al sector donde se hospedaba el “Huevo” para ir a saludarlo, descubrieron el cuerpo sin vida del ídolo local. Un fin anunciado y triste.
Gran conmoción en el fútbol
La muerte del “Huevo” conmovió al ambiente del fútbol argentino. El ex jugador, que pasó por River, Boca Juniors, Independiente y Colón, entre muchos otros equipos. Se suicidó en la madrugada anterior en la sede de la Liga Santafesina de Fútbol, donde vivía, en la capital de la provincia.
En horas previas a su trágico final, el deportista había dejado mensajes en su estado de WhatsApp en los que de alguna manera adelantaba su deceso. En el primero de ellos, el futbolista, que en los últimos tiempos se encontraba deprimido por su situación familiar y patrimonial, sentenció: "Llegó el momento, demasiado la espera".
Poco más tarde, envío palabras de agradecimiento: "Gracias amigos por estar. Ustedes saben ya". Y más tarde, se dirigió a quienes, según sus palabras, "le soltaron la mano": "Y nos seguimos juntando con gente que a uno le soltó la mano y que no son capaces de preguntar cómo está uno. Igual, Dios pone las cosas en su lugar".