La tubular habilitada para la prensa en el Dr. Luis Güemes, contaba con conexiones de electricidad sin ningún tipo de protección o cobertura, quedando peligrosamente expuesta y con riesgo de electrocución ante la tormenta. Además, los tablones de madera se vieron vencidos con el correr del agua.
No hubo que lamentar ningún accidente, pero tanto el club Central Norte como la Policía son los responsables, y deberán tomar los recaudos necesarios de cara a la revancha de la final. No se trata de trabajar cómodos -de hecho el periodista debe hacerlo ante cualquier situación o contratiempo-, sino, mínimamente, seguros.