¿Por qué corren a su edad? ¿Cómo empezaron a correr? ¿Tienen algún límite? Son algunas las preguntas que seguramente surgieron entre aquellos que los vimos en algún lugar de los valles, corriendo solitarios o caminado solitarios o de a dos.
Cada uno con sus razones y técnicas particulares, pero en todos tienen en común una enorme fuerza de voluntad, pasión, espíritu, corazón o algo muy personal. Si bien es cierto son verdaderos atletas, no corren para competir sino como aventura o para vivir esa experiencia.
Para varios de ellos lo más importante de correr en lo que se llama la “edad dorada”, no está condicionado por la edad, sino en su estado del cuerpo y la mente.
Gilles Alberty organizador de esta experiencia vio una veta para reproducirla en varias partes del mundo, lo hace en España, La India, Alemania, etc.
Este año después de varios años de haberlo soñado eligió Salta, Argentina. “Desde 1994, yo organizo pruebas de larga distancia. Cuando viajo y veo lindos lugares, siempre tengo una conexión con la idea de organizar una prueba. Hace más de 20 años que yo conozco la provincia de Salta y poco a poco, la idea, pasó de proyecto a la realidad”, expresó Gilles a Nuevo Diario.
Con una organización meticulosa que comenzó el año pasado, reunió a 25 personas entre atletas adultos, acompañantes y asistentes en Salta para correr entre los imponentes paisajes que propone los Valles Calchaquíes.
Durante diez días, desde el 17 al 26 de octubre del 2023, la presencia del grupo en cada pueblo de los valles no solo activaron la economía popular lugareña, sino que revolucionaron hoteles, restaurantes, bares y plazas con sus coloridas vestimentas deportivas de maratonistas, y además sorprendieron a los que tienen como estereotipo que los corredores deben ser jóvenes; cuando los integrantes de este grupo en particular, tienen entre los 54 y los 73 años de edad.
Sin duda, todos son atletas con la singularidad de que la mayoría son adultos mayores entre ellos están también cinco mujeres: Sylvia (63), Claudine (71), Stephanie (54), Patricia (63) y Dominique (69), que viajaron alrededor de 15 mil kilómetros desde Europa a Salta para participar del ultra maratón “Via Kalchaki” que a lo largo de 410 kilómetros, en su mayoría por la legendaria Ruta 40, que recorre los Valles Calchaquíes.
Acompañados por un complejo sistema de cuatro vehículos para la asistencia (agua, dulces, comida y cerveza), cada uno corrió o caminó en las 10 etapas, entre 40 y 49 kilómetros por día, en un tiempo estimado entre 3 y 7 horas, según sus posibilidades físicas.
El objetivo era cumplir las diez etapas previstas partiendo desde Coronel Moldes, por rutas de asfalto, ripio, mucho polvo en el aire, bajo el abrazador calor, contra el viento y poco descanso, por Cafayate, San Carlos, Seclantás, Angastaco, Cachi, Payogasta, Cuesta del Obispo, Parque Nacional Los Cardones, Maray y finalizar en Chicoana. La carrera de montaña “Via Kalchaki” atravesada por paisajes deslumbrantes se cumplió sin mayores inconvenientes. Todos llegaron muy satisfechos al destino fijado. Quien lo hizo en menos tiempo (410 Km en 33h 29m 54s), fue Maurice “Momo” Thepaut (59). Seguido por Jean-Louis Nardin (36:56:01) y Fabrice Viaud (37:18:17).
“Fue una magnífica experiencia, felices por recorrer las rutas y caminos de Salta en medio de increíbles paisajes, compartir momentos con los corredores, con los compañeros y población local”. (Jean Louis Nardin de 61 años).
Según dijo Jacky Heckmann (63) esta carrera “me permite experimentar una aventura singular y emocionante que solo el ultra maratón me puede dar”.
Stéphane Pelissier (54) al pasar por el Parque Nacional Los Cardones, se sorprendió de los olores, colores y la cantidad de cactus. “Es un mega jardín de cactus hasta donde puedes ver. La altitud se siente, 2.965 m. Rara vez tuve la oportunidad de correr tan alto, especialmente por una carretera tan larga”, refiriéndose a la Recta del Tin Tin.
El cuerpo, la edad y los límites
Edades: Said Kahla 73, Claudine Cormier, 72, Jean Michel Martin 71, Maurice Thépaut 59, Jean Benoit Jaouen 65, Gerard Habasque 56, Jean- Louis Nardin 61, Jean- Louis Vidal 67, Sylvia Cortes 63, Fabrice Viaud 63. Stéphane Pelissier 54, Lionel Rivoir 70, Jacky Heckmann 63, Eric Vandeportal 57, Hervé Friquet 69; Stephanie Bordier 54, Dominique Martin 69 y Patricia Vandeportal 63.
Sobre cómo empezaron en su mayoría lo hicieron por cuestiones fortuitas sin proponerse ser maratonista. A uno de ellos le pasó que empezó a correr en Francia para llegar a su trabajo en menos tiempo, dado que tenía que tomar varios transportes. Corría de una estación a la otra, para evitar el colectivo. Así alcanzaba el tren más rápido y se ahorraba 45 minutos de trayecto.
Según contó Fabrice Viaud (63) “Empecé a correr cuando nació mi primer hijo y por sus horarios de sueño me despertaba a las 5 am. Lo volvía a hacer dormir, pero yo no tenía sueño y me iba a correr antes de ir a trabajar. Así empecé, luego se volvió una costumbre correr. Después me puse a correr maratón.
Sobre porque corre contó, que al principio lo hizo para tener una actividad física, porque había dejado el voleibol y el fútbol y poco a poco corrí para ver lo que hay más allá de la línea del horizonte que uno percibe al final de la ruta, y descubrir siempre nuevos paisajes y conocer otras personas. Ahora ésta es mi principal motivación”, enfatizó.
Fabrice no conoce aún sus límites. El año pasado en total corrió 10 mil kilómetros sumando varias carreras. Consideró que esta carrera en Salta de 410 km para él, es de dificultad media. Solo para entrenarse llegó a correr casi 800 días sin un día de descanso.
“Crucé dos veces Europa corriendo carreras que duran más de dos meses. No alcancé mis límites aun. Quizás en los próximos años me voy a lanzar en carreras más largas. Pienso que los límites el cuerpo me los va poner. Con las heridas, los años, el desgaste, eso me pondrá un límite. Hasta ahora corro unos 10 mil kilómetros por año”, remarcó.
Jean-Louis Vidal (67), contó que cuando era chico no era buen alumno y le faltaba confianza en sí mismo. “En el colegio se organizaban pequeñas carreras entre los cursos. Terminé entre los primeros y me sentí muy valorizado. Eso me dio confianza. Con eso mejoré en mis estudios. Logré seguir una carrera de ingeniería. Seguí corriendo y así logré buenos resultados en las carreras y en los estudios hasta la edad de 25 años.
Corro maratón porque en los primeros años, pensaba que era para lograr un podio, medallas o un récord. Luego al crear mi propia empresa dejé de correr. Y volví a correr a los 60 años y fue ahí que me di cuenta que ya no corría por medallas o podios. Ahora corro por el placer de sentir funcionar bien mi cuerpo, por la salud mental, física y los viajes”, señaló.
¿Si tengo límites para correr? Es una muy buena pregunta y la misma que me hice. Volví a correr a los 60 en carreras de velocidad y me di cuenta que era muy malo para mi cuerpo. Entonces empecé a correr en “ultra” y tuve resultados bastantes buenos en carreras largas de varias centenas de kilómetros”.
“Podía hacer 800 kilómetros en 6 días, lo que es enorme. Logré el séptimo puesto a nivel mundial. Entonces me pregunté por los límites. ¿Puede mi cuerpo soportar más de 800 Km? Me inscribí en una carrera de 1.600 Km para probar. Termine caminando con mi cuerpo muy cansado y problemas musculares y ahí pensé, aquí está el límite”, concluyó.
- Informe: José Acho
- Para Nuevo Diario de Salta.
