La institución carcelaria no cuenta ni con recurso humano idóneo ni capacitado para la función, ni mucho menos con medios edilicios acordes a la protección integral de los derechos humanos, lo cual desemboca en una violencia institucional de gran escala”.
En ese sentido, precisaron que de las visitas de monitoreo se trabajó específicamente con la situación de mujeres trans 59, las cuales se encuentran cumpliendo condena en la Unidad Carcelaria N° 1 de varones, y N°4 de mujeres, indistintamente.
Se constató, según sostiene el informe mencionado, que a diario reciben un trato riguroso y discriminatorio por parte de los agentes penitenciarios, en la mayoría de los casos no se acepta ni mucho menos respeta su identidad de género, se construyen barreras burocráticas ante cualquier tipo de solicitud, peticiones o reclamos, y en muchas oportunidades se interrumpen los tratamientos de hormonización provocando efectos no deseados y retrocesos abruptos.
Alarma por las condiciones de salud
En el Hospital del Milagro de esta ciudad de Salta funciona el Centro de Prevención, Asesoramiento y Testeo para V.I.H. y Sífilis o también llamado C.e.P.A.T., que tiene como función el de promover y facilitar el acceso al test rápido de enfermedades de transmisión sexual, su control y seguimiento. La mayor parte de las y los pacientes que asisten al C.e.P.A.T. se denominan “población clave”, lo cual significa que, además de la enfermedad que les tocó transitar, pertenecen a sectores sociales altamente vulnerables, incapaz de satisfacer sus necesidades básicas y que en su mayoría sufren o sufrieron algún tipo de violencia institucional.
En la actualidad, y por orden del juzgado de ejecución penal, de manera semanal, es decir todos los martes; asisten al C.e.P.A.T. tres personas privadas de su libertad – dos en la UC1 y una en la UC4 – y que a su vez son personas trans pertenecientes al colectivo LGTBIQ+, recibiendo un importante trabajo de acompañamiento y terapia psicológica, lo cual las ayuda a soportar las penurias de estar privadas de su libertad en ambientes no aptos ni adecuados para su tratamiento penitenciario y que, a su vez, se imponen como estructuras rígidas de discriminación por parte de la institución.
Desde el Comité señalaron que vienen asistiendo a dichos encuentros, apoyando la creación de estos espacios de contención y reinserción social con importantes avances en el proyecto de vida de las pacientes, como son la prevención temprana de la propensión al suicidio y su erradicación, el abordaje y tratamiento de la depresión.
