Un candidato de Javier Milei y La Libertad Avanza, despertó la polémica tras sus dichos respecto a la homosexualidad. Se trata de Ricardo Bussi, hijo del ex represor de la ultima dictadura militar -Antonio Bussi- y candidato a diputado nacional por el espacio libertario en la provincia de Tucumán.
Un día después del debate de candidatos presidenciales, el Centro de Investigaciones Tucumán (CIT) de la Fundación Federalismo y Libertad y la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA) organizaron un encuentro del que participaron Pablo Yedlin, de Unión por la Patria; Ricardo Bussi, de Fuerza Republicana – La Libertad Avanza; y Mariano Campero, de Juntos por el Cambio.
A lo largo de una hora y media, los tres postulantes a la Cámara Baja del Congreso de la Nación expusieron sus propuestas pero la polémica llegó con las preguntas del público.
El periodista Marcelo Caferro ofició de moderador y preguntó sobre "derechos individuales": "La comunidad LGBT+, las mujeres, un poco se ha hablado de esto, en riesgo, ¿cuál es la posición de cada uno?". Tomó la posta Bussi, que en junio se presentó como candidato a gobernador apoyado por el postulante a la presidencia por La Libertad Avanza, Javier Milei, y que apenas superó el 3% de los votos.
"Como dije al principio, son personas, son seres humanos que merecen todo nuestro respeto, como los rengos, como los ciegos, como los sordos. Son pequeños sectores de la sociedad que tienen que ser reconocidos. Ahora, no sé por qué hay que darle un cargo público por ser travesti, si eso lo pagamos nosotros", afirmó Bussi.
"El que decide ser travesti que se la banque solo. No se le puede dar una cuota del Estado a alguien que pertenece a un grupo minoritario porque el Estado lo sostenemos todos", remarcó Bussi.
"Lo que hay que hacer en estos tiempos de crisis tan importantes es entender a todos los seres humanos por igual. Lo que no queremos es que lo banquemos entre todos, el que decidió su camino sexual es responsable de sus elecciones", aseguró Bussi en el Auditorio de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA) de la capital tucumana.
Uno de sus rivales en el debate le remarcó que las personas travestis tienen una menor expectativa de vida y las dificultades de conseguir empleo, por eso la mayoría sólo sobrevive con el trabajo sexual. Incluso, de acuerdo a un estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) de 2020, su ciclo vital ronda los 37 años; unos. 40 años menos que el promedio de la población, similar al de la Edad Media.
Con informacion de Clarín.
